A mediados de los 60, Barcelona era una ciudad que explotaba, haciendo ¡pop! por sus cuatro esquinas. De los poco menos de cuatro mil conjuntos que se calcula había en todo el país, una cuarta parte eran catalanes. De ellos, alrededor de trescientos vivían más o menos profesionalmente de la música. La mayor parte de ellos cayeron pronto en el olvido no sin antes dejar sus huellas marcadas en negro vinilo.
Uno de esos grupos del panteón de conjuntos desconocidos fueron Los Tonks, de los que apenas sí tenemos más referencias que las aparecidas en el número de enero de 1968 de la revista Discóbolo, que nos ha llegado a través de Miquel Moreno. Por esa escueta fuente sabemos que los componentes del cuarteto eran: Ángel (guitarra rítmica y voz), Darío (guitarra de punteo y voz), Alberto (bajo y voz) y Felipe (batería). Sus ídolos musicales eran ante todo The Beatles, Spencer Davis Group, The Beach Boys y The Happenings. La mayoría de ellos, como se aprecia, grupos en los que las voces eran la baza fundamental.
El gran año de Los Tonks fue 1967 en el que van a publicar sus dos únicos extended plays. El primero de ellos “Penny Lane” (Regal, 1967) fue el más conocido dentro de las muchas limitaciones que los nuevos grupos tenían para trascender el ámbito local. Pero la versión de la canción de The Beatles les colocó en las ondas de radio juveniles. En diciembre de ese mismo año publican su segundo redondo: “En Un Rosal” (Regal, 1967), cover español de un tema del grupo inglés Unit 4 + 2. En este disco el cuarteto vira levemente del pop a la folk rock sin lograr esta vez demasiada repercusión, a pesar de demostrar una calidad más que aceptable.
La escucha de estos dos discos nos muestra un grupo esquemático en sus arreglos con buenas voces y un punteo que sabe bien lo que se hace. Un grupo muy influenciado por el beat británico que imprime un aire personal a los arreglos. Después de escuchar varias veces estos dos EP, uno se queda con ganas de más y piensa lo injusto que resulta en ocasiones este mundo de la discografía, que tan pronto les cerró sus puertas.
Hoy, las únicas referencias que hallamos de Los Tonks se deben a su buena versión de “Penny Lane”, que figura en varias antologías de temas en castellano de los cuatro de Liverpool.
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