A Valencia el rock y otras expresiones modernas llegan por vía marítima desde Italia. No es de extrañar, por tanto, que los músicos levantinos sean los más influenciados por los complessos italianos de Marino Marini, Renato Carosone, Bob Azzam y por los primeros escarceos rockeros de Celentano y Little Tony. En ese paisaje, tres amigos que comparten bachillerato en los Dominicos y estudios de Derecho en la Universidad de Valencia deciden formar un particular grupo musical.
Las primeras actuaciones de Los Milos datan de principios de 1960. El grupo lo forman: Emilio Balldoví (cantante), Salvador Blesa (guitarra solista y coros) y Vicente Castelló (guitarra rítmica y segunda voz). Intentan imitar los éxitos italianos y norteamericanos que escuchan en la radio, cantándolos en castellano. Su instrumental se reduce a una guitarra eléctrica de fabricación casera y otra acústica dotada de una pastilla, contratando un contrabajo y una batería cuando el exiguo caché daba para ello. Dada la precariedad instrumental no tienen más remedio que trabajar las voces como elemento fuerte del conjunto.
En 1960 ganan un concurso organizado por Radio Valencia llamado En Pos de la Fama. De ahí les salió un contrato para la sala barcelonesa Emporium y para televisión, donde les recomendaron que moderaran algunos movimientos que podrían ser interpretados como lascivos o pecaminosos. El sello Discophon se fijó en ellos y les propuso hacer unas grabaciones.
Entre 1960 y 1962 Los Milos grabaron cuatro EP en los que versionearon en español temas de distinta procedencia. En el verano de 1960 realizaron varias actuaciones por Italia y en los dos veranos siguientes se hincharon a hacer galas por toda España, particularmente en la zona de Levante, donde fueron unos auténticos ídolos, llegando a vender de su segundo EP –«Pitágoras» (Discophone, 1961)– más de mil copias, lo que era todo un récord en una época en que casi ningún joven disponía de tocadiscos.
Las canciones que han dejado grabadas suenan hoy ingenuas y cortadas todas por un patrón similar: canciones con un fuerte componente rítmico cantadas por Emilio acompañado por un elaborado trabajo de segundas y terceras voces, interrumpidas entre estrofa y estrofa por un solo de guitarra de Salvador o un solo de saxo. Sin embargo, en su momento, su estilo vocal se acercaba al de Dion & The Belmonts y las guitarras incluían ritmos de boogie, ligados y doublé stops que constituían toda una novedad.
En 1962, Salvador abandona el grupo y es sustituido por Pascual Olivas con el que Los Milos grabarán su cuarto y último disco, sensiblemente inferior a los tres primeros. Ese mismo año reciben una oferta de Johnny Stark, manager de Johnny Halliday para hacer una gira por el sur de Francia. Solo Emilio acepta el envite y al verse sin grupo se une a un grupo instrumental valenciano denominado Los Diávolos. A su llegada a Francia es rebautizado como Bruno Lomas, nombre con el que se convertirá en uno de los grandes de la música española. El resto de componentes prefieren centrarse en sus estudios universitarios y consideran su actividad musical como algo secundario. Antes de partir Emilio hacia Francia dejan grabado un quinto EP, que por problemas graves con el sello Dicophon es ofrecido a otras discográficas. Parte del grupo formará en 1963 Los Top-Son y Bruno Lomas con sus Diávolos, rebautizados primero como Los Estrellas de Fuego y poco después con su nombre definitivo de Los Rockeros, desarrollará una larga y brillante carrera solista.
Pascual falleció en diciembre de 2017 víctima del cáncer, uniéndose a Emilio, que había fallecido en accidente de tráfico en la década de los 80. Vicente falleció en diciembre de 2022.
Los Milos son hoy reconocidos como uno de los pioneros del rock español y el espejo donde se mirarían numerosos grupos valencianos durante los siguientes años.
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