Bruce Grinn proviene de The Loopholes, banda de A Guarda (Pontevedra) que apostó por la crudeza y el minimalismo, por el el rock de raíces e intimista, sin distorsiones ni artificios. Folk rock del Delta del Miño que tras la edición de un interesante LP, “On the Spur of the Moment” (La Casa Taller / H-Records, 2015), se apaga. Es en ese momento cuando Bruce decide iniciar su proyecto en solitario.
Repasando su biografía, Bruce nace en A Guarda y a los 14 años se instala en Southampton (Reino Unido), algo que marca profundamente su desarrollo musical y personal… “Tras la separación de mis padres mi madre decidió regresar a Inglaterra conmigo y algunos de mis hermanos. Llegar a Southampton a los 14 años fue una experiencia muy dura para nosotros. Había mucha tensión interracial y violencia en el barrio de Shirley y era difícil hacer amistades. Por otro lado, Inglaterra apuesta mucho por formar musicalmente a los jóvenes en los colegios. Recuerdo entrar en las aulas de música de Taunton College y alucinar con todo el equipo de música disponible y lo formados que estaban los alumnos en general. ¡Era otro mundo par a mí! Craig David, quien años más tarde se hizo famoso como cantante de R&B, solía ensayar mucho ahí (risas). Se paseaba por el pasillo escuchando música en los cascos y cantando en alto. ¡Yo flipaba! Un año más tarde nos mudamos a Honiton (Devon) y ahí entablé amistad con muchos músicos como Ergo Schmidt, bien conocidos a nivel regional. Eran músicos que venían de una tradición muy folk; un rollo muy John Martyn, Bert Jansch, Nick Drake etc., así que solíamos pasarnos horas tocando, ‘fingerpicking’ con la guitarras acústicas. Es algo que siempre se ha quedado conmigo”.
Cuando vuelve a Galicia, establece contacto con la escena local y nacen The Loopholes… “Fue una etapa muy bonita. A pesar de ser un formato fuera de lo común nuestra música fue muy bien recibida y giramos mucho en España, Portugal e incluso Inglaterra. La verdad es que lo pasamos muy bien y me dio la oportunidad de crecer como músico”.
Tras grabar un EP y un LP, The Loopholes quedan en stand-by y tanto Dani como Bruce inician nuevos proyectos. Dani con los Breakin’ Bones y Bruce en solitario… “Comenzar este proyecto no fue algo premeditado. Dani empezó a girar bastante con los Breakin´ Bones y yo decidí aprovechar para grabar algo diferente a lo que había hecho hasta entonces. Mi idea inicial era volver a Inglaterra a grabar allí con la ayuda de varios músicos de bandas en las que había tocado. Volver a donde empezó todo para mí. A veces es bueno volver a empezar para recuperar frescura y energía. Por motivos económicos y de tiempo, al final se me hizo imposible grabar allí y opté por grabar en Baixo Miño Estudios con Miguel de la Peña, ¡qué está mucho más cerca! (risas)”.
Así es como nace su primera entrega, “Fustian Fumes” (Autoproducido, 2018). Un trabajo en el que hay grandes diferencias con su aventura anterior. El rock gana protagonismo. Un rock que se mueve entre la canción de autor y el intimismo que planea entre la melancolía, la épica y la rabia –“Kind of like”-. Nos encontramos con cortes emocionales con ecos de Mark Lanegan –“Under the wheel”- y un deje anglosajón permanente… “Es un disco con mucho bagaje emocional: rabia, melancolía, tristeza, etc. Se acumularon muchas cosas. Las influencias se van filtrando inconscientemente así como vas escribiendo, es inevitable y bonito. Las asimilas, las haces tuyas y dejas que estas te vayan llevando por un camino casi sin saber porqué o a hacia dónde se dirige. Yo diría que en este disco hay influencias que van del funk de James Brown al folk más ‘grassroot’ de Hank Williams. Sí, el rock gana protagonismo pero como todas las canciones fueron escritas con guitarra acústica la canción de autor siempre está presente”.
Los cortes más deudores de la aventura con The Loopholes, son los más folk, cortes como “Paper” o “Out of the wild” (esta recuerda sentimentalmente a Gram Parsons, en una clave más actual)… “Cuando llegué al estudio tenía unos catorce temas para grabar y fui escogiendo sobre la marcha, siempre con la idea de ir alternando estilos manteniendo la misma base. Sí tenía claro que quería hacer un disco potente y que mostrase varias de mis facetas como compositor. Creo que ‘Fustian Fumes’ es un disco para gente que tiene un amplio gusto musical. Quiero decir que a quien le gusta el rock clásico y no le gusta el folk o el country posiblemente no le vayan a gustar varios temas. Yo opino que un disco tiene que ser con un viaje a través de diferentes emociones, que requieren diferentes texturas. Que sea como una montaña rusa de emociones. Me gusta tener libertad para moverme entre ellas”.
Hay cortes como “Automatic” que miran directamente a los ojos al rock alternativo… “Es un tema que tenía bastante claro, aunque siempre la había tocado en acústico. Buscaba un sonido agresivo y sucio distintivo del rock de los 80 y 90 que tanto me ha marcado. Me siento muy cómodo en ese terreno y tenía muchas ganas de llevar algunos temas a ese terreno. Habrá más temas en esta línea en el próximo disco, seguro”.
Con respecto a la grabación afirma que “tenía un presupuesto muy bajo así que la grabación fue rápida y algo atípica. Miguel de la Peña (Baixo Miño Estudios) me ayudó mucho con los arreglos y a pre-producir los temas. Nos entendimos muy bien desde el principio y eso hizo posible que el disco saliese adelante. Al no disponer de banda la pre-producción fue lo que más tiempo nos llevó, ya que tuvimos que arreglar los temas para grabar unas demos que pudiesen escuchar los músicos que iban a participar en la grabación. Hubo temas que cambiaron mucho, tanto que tuve que reescribir muchas letras y melodías, incluso días antes de entrar a grabar. Fui al estudio, hice un par de tomas y así fue como quedaron. Hay muchas cosillas que fuimos improvisando así como íbamos grabando. En retrospectiva, creo que le ha aportado frescura, a sacrificio del perfeccionismo. La grabación de los temas fue muy rápida, en cuatro o cinco días grabamos todo lo principal. La verdad es que disfruté mucho haciendo este disco pero de cara al próximo disco me gustaría tener más tiempo para grabar. ¡Si el presupuesto lo permite!”.
Un aspecto importante de sus composiciones son las letras… “me gusta escribir sobre experiencias difíciles que he vivido, o las que han vivido otros a mi alrededor. Creo que la labor de un artista es transformar realidades en objetos de belleza con los que la gente pueda conectar a su manera. Me inspira saber que hay gente que pueda expresar sentimientos a través de mi música. Quiero que mi música haga bailar, llorar, animar, sonreír, excitar… de todo. Desde pequeño he tenido la necesidad de escribir letras y música sobre lo que estaba experimentando. No sabría no hacerlo porque es lo que me mantiene vivo, es lo que me ayuda a sobrellevar mi realidad”.
Bruce continúa mirando hacia adelante, avanzando en un segundo disco que está cada vez más cerca.
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