Radio 77

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Recuperando el gusto por el viejo punk inglés

La historia de la música no deja de estar repleta de grupos con trayectorias más o menos curiosas, y una de ellas podría ser la de los Radio 77, quienes ya en su momento fueron unos francotiradores en zona de nadie y que aunque últimamente han sido reivindicados como uno de esos grandes grupos perdidos, ni siquiera en esa gran base de datos que es Internet hay información fidedigna sobre ellos. Para hablar de Radio 77 tendríamos que remontarnos al Madrid de los primeros años 80, cuando los grupos de la nueva ola comienzan a escucharse en la capital y muchos chavales quedan fascinados por The Clash, The Jam y Sex Pistols. Van introduciéndose muchas de las culturas juveniles de las Islas Británicas, y entre los mods que empiezan a frecuentar el Rockola se encuentran Chema y Suso, que en 1984 comenzarían a publicar uno de los primeros modzines madrileños, Impulsive Youths. Unos años más tarde, en 1987, cogerían las guitarras y acompañados por Edu y Pedro montarían un grupo de revival mod llamado Snap.

A pesar de comenzar en esas coordenadas, Snap fueron acercándose poco a poco hacia el punk clásico, entre otras razones por el puritanismo que poco a poco se fue adueñando de la escena mod. Al cabo de unos años consiguen curiosamente un contrato con una multinacional, Ariola, que les edita en 1990 un mini-LP de 6 canciones más un single extraído del mismo. Dada la escasa promoción que hizo el sello del disco y la floja producción, que no reflejaba el sonido en directo de la banda, terminan desanimándose y deciden dejarlo.

Pero Suso y Chema seguían con ganas de seguir tocando punk, estilo que también le apetecía al batería Pepe, que había estado con Sex Museum, a los que se les une el bajista de Sneakers, Gerardo, comenzando así su andadura Radio 77. El nuevo proyecto sigue en lo fundamental el camino justo donde lo habían dejado Snap, aunque esta vez con Suso a la voz (aparte de seguir tocando la guitarra) e intentando hacer un poquito más de hincapié en las letras, siempre en castellano.

Musicalmente estaban influenciados por los grupos de punk y new wave que surgen a partir del 77 en Inglaterra, siendo los Clash uno de sus pilares más básicos, junto con Buzzcocks, 999, The Boys y un larguísimo etcetera, sin olvidar a los grupos más duros del revival mod del 79: Chords, Circles, Long Tall Shorty, y por supuesto, a The Jam. Pero aunque a día de hoy todo esto resulte lo más natural del mundo, cuando aparecieron Radio 77 el punk en el estado andaba por otros caminos: por una parte estaba todo mundillo del Rock Radikal Vasco, y por otro lado el punk-rock de raíz ramoniana cuya cabeza más visible podría ser The Pleasure Fuckers. Así que el viejo punk inglés no era reivindicado por nadie y los Radio 77 se vieron peleando solos, sin más ayuda que la de unos cuantos fanzines incondicionales amantes del género, como El Nuevo Testamento, de León, El Sonido de los Suburbios, de Gijón, y el Street Kids, de Madrid. A ellos habría que unir un puñado de mod y skinheads amantes de la buena música; pero lo que se dice punks de la vieja escuela en aquella época quedaban pocos. Y para colmo citaban sin rubor entre sus influencias a Small Faces, The Who, y los Kinks.

Su primera grabación será un EP de cuatro canciones, «Radio 77 E.P.» (La Caverna, 1993), que se autoeditan como La Caverna Records (nombre de la tienda de discos y ropa de segunda mano Suso). El debut de la banda se graba en los Green Drum Studio en junio de 1993 con Francisco Poza y Gonzalo Lagarto (Los Imposibles) como técnicos de sonido y Fernando Pardo (Sex Museum) como productor. Preguntados por la opción de la autoedición, Chema nos cuenta: «Dada la dificultad para encontrar una discografica con un mínimo de apoyo a la banda y después de una más que aciaga experiencia con una multinacional con Snap, optamos por la fórmula del hazlo tu mismo». Concluye añadiendo: «Creo que nunca debíamos de haber perdido ese camino«. Suso, por su parte, remarca que se trataba de amigos aquellos con los que se contó para editar y producir el disco, una actitud con la que siempre intentaron hacer las cosas. Sobre el disco nos dice: «Luego se convirtió en mejor disco de punk del año para los oyentes del Diario Pop y nos dio algo de empuje«.

Un par de años después, en 1995, publican su primer larga duración, “Terrorismo Juvenil” (Roto, 1995), editado por el sello madrileño Roto Records y producido de nuevo por dos grandes de la música de este país: Jose Lanot de Los Potros y, como en el sencillo de debut, Fernando Pardo. El contacto con la discográfica se produce a través de Sex Museum, próximos siempre a Radio 77, y que trabajaban con dicho sello por aquel entonces. Vería la luz tanto en CD como en vinilo y se sacaría un CD-single, seleccionado por el propio grupo, con el tema “Fe y Gloria” (Roto, 1995) y dos versiones, de The Clash («Garage land«) y The Who («Lies«), registradas en las Sesiones Salvajes del programa Diario Pop de Jesús Ordovás en RNE 3. En el locutor, la banda siempre encontró un apoyo incondicional.

La grabación del disco fue una gran experiencia, «distinta en muchos sentidos«, nos dice Suso. «Hicimos un trabajo fuerte en el local preparándolo con la gran ayuda de Jose Lanot. Aprendimos mucho con él y empezamos a sonar mucho mejor. Luego él y Fernando Pardo nos lo produjeron, aportaron muchas ideas, grabaron guitarras y todo lo que pudieron… Gente genial. Nunca se lo agradecimos lo bastante y todo por amistad, sin un pavo por delante«. Chema, que rememora lo poco que le gustaban las grabaciones por los nervios que pasaba («Me imagino que no tenía suficiente confianza en mi mismo«), coincide sin embargo con lo relatado por su compañero: «Mis mejores recuerdos van más únidos a la preproducción que hicimos con Jose Lanot. Repasamos arreglos, base rítmica, guitarras y voces. Fue un trabajo duro en local pero muy fructífero; creo que conseguimos hacer algo sólido con este LP. Aún hoy cuando lo escucho me parece un cañón«.

En directo no se prodigan mucho, aparte de algunos conciertos en la capital acompañando a Malarians, Dickies o abriendo para Banda Bassotti, tocan en León, Asturias y el Pais Vasco, introduciendo siempre en su repertorio bastantes versiones que cambiaban con asiduidad: De “Tommy Gun” de The Clash al “Lies” de los Who, pasando por el “Pills” de New York Dolls (tocada al modo de The Lurkers, como nos puntualiza Suso) o el “Viva la revolution” de los Adicts y terminando muchas de las veces con ese himno juvenil que es el “If the kids are united” de los Sham 69.

Pero el cansancio empieza a aparecer entre la banda, debido a la dejadez de Roto Records, que no promociona el disco, el poco reconocimiento por parte de la prensa y los medios de comunicación. Curiosamente el ostracismo al que parece condenarles la prensa coincide con el lanzamiento y gran boom del disco más revivalista de  la década de los 90, el “And Out Come The Wolves” (Epitaph, 1995) de Rancid, publicado en agosto del 1995, pero aunque musicalmente no anden muy lejanos, los Radio 77 ni cantaban en inglés ni llevaban crestas.

La banda esta inactiva, pero tenían material para su segundo disco y es un amigo de ellos, David, el que insiste que vuelvan al estudio para plasmar esos temas. Esto ocurre en marzo de 1998, cuando sale «El Sonido de la Ciudad» (Panico, 1998). El nuevo trabajo tiene canciones excelentes, con letras muy trabajadas y dando a entender los nuevos caminos por los que podría haber discurrido el devenir de la propuesta del grupo. Sin embargo, una mala mezcla hace que las guitarras lo invadan todo y la voz, esta vez de Gerardo, sea casi imperceptible.

Preguntado Suso por las razones del fiasco, reconoce que «gran parte de culpa del sonido fue mía«. Describe además la atmósfera que rodeaba a la banda aquellos días: «Ya habíamos tomado la decisión de dejar la banda, pero David nos dijo que aun así quería sacarlo; y bueno pues lo hicimos, pero no había ni ilusión ni nada… bastante dejadez. Esto unido a que el técnico estaba como una puta cabra y no tenía puta idea pues pasó lo lógico. La mezcla la hicimos el técnico y yo solos a las tantas de la madrugada. Yo estaba apático y dormido y él sólo pensaba en acabar. En el estudio con unas bafles de la leche todo sonaba como una puta bomba, pero luego en la masterización pues la voz desapareció«. Chema es claro cuando le preguntamos por la reacción al oir el nuevo trabajo: «Fue una total decepción porque hubo mucho trabajo detrás y unas canciones increíbles de Suso, la evolución en las composiciones era ya más que notable, también nuestra forma de tocar«. El disco fue publicado por Pánico Records en formato CD, pero los Radio 77 ya eran historia para entonces.

Obligados a echar la vista atrás cuando les pedimos por algún rasgo que les distinguiera, parecen concederse un respiro ante los recuerdos más amargos. Suso no lo duda: «Pues a pesar de parecer un cretino te diré que todo, jajaja. No había ni un puto grupo que hiciera esa música ni de lejos; había grupos con las mismas influencias pero tan fieles como nosotros a ese sonido no había nadie«. Su compañero a la guitarra reconoce que de algún modo vivieron «un poco en tierra de nadie: Éramos raros, para algunos punks éramos blandos, para los mods eramos punks«. Además les tocó convivir con una escena la indie pop, cuyo éxito dejaba poco hueco para «una banda arraigada en el sonido inglés del 77«.  Concluye diciendo: «Creo que nacimos en el momento equivocado, estoy más que seguro que una banda como la nuestra hubiera triunfado de llenos unos años antes o ¡incluso después!»

Tras la experiencia de Radio 77 cada uno siguió un camino diferente. Chema se dedicó «al mundo de la noche«, comenzando con la gestión, dirección y promoción de bares y clubs madrileños: Midnight, Supergen, Nasti. Pepe montó en Almería el bar Dagobah y Gerardo se convirtió en director de PIAS Spain. Suso, por su parte, tras años de parón, participó en una serie de grupos: Newman, un combo de revival mod o Lipstick, con los que se dio unos cuantos conciertos y se grabaron tres temas en un CD que repartieron en plan de promoción. Participó, junto a Javi (Newman) y Javi (Delincuencia Sonora), en un homenaje a los Clash en Siroco. Con este último ha grabado, bajo el nombre de Fran Stein Boy Band, canciones que repartía en los bares. Además, se encarga de mantener abierto el bar Penny Lane en la noche de Lavapiés.

En el momento de despedirnos de él, nos anuncia, no sin cierto aire de misterio, que anda preparando una reaparición sobre el escenario, debidamente acompañado eso sí, aprovechando la visita por nuestras latitudes de un combo de renombre en el santoral del punk-rock. Luego no digas que no lo habíamos avisado.

Álbumes:

Larga duración:

El Sonido de la Ciudad

1998

Segundo LP de que podía haber supuesto con mucha probabilidad el empujón definitivo a la banda para poder retomar una...

Terrorismo Juvenil

1995

En febrero de 1995, dos años después de publicar su EP de debut , graban en los estudios Box de...

Corta duración:

Fe y Gloria

1995

Sencillo para apoyar el lanzamiento del primer LP de , el . Se incluyeron dos temas del mismo y dos...

Radio 77 E.P.

1993

Pocas veces un sencillo de debut ha ganado con el paso del tiempo el reconocimiento que el que editaron con...

Recopilatorios y directos:
No existen álbumes de recopilatorios y directos relacionados a este grupo.
Reediciones:
No existen álbumes de reediciones relacionados a este grupo.

Grupos:

Protagonistas de excepción de unos años más...
Snap fue el primer grupo en serio...
Concepcion Glory Boys tiene su razón de...
Que el punk entendido en su vertiente...
Es muy probable que los Flechazos sean...
“Demasiado nenazas para los rockeros, demasiado rockeros...

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