Que el punk entendido en su vertiente más divertida y desquiciada puede ser un vehículo excepcional con el que articular una opción alternativa y contestataria a músicas más convencionales es algo que dejaron claro grupos como Siniestro Total en los 80. El camino abierto por los de Vigo ha sido transitado con éxito por otras bandas posteriores, que con cierto espíritu revisionista, han basado su estilo en letras desquiciadas y actitudes irreverentes. Vigilante Gitano, Lee Van Cleef, Novedades Carminha son posibles ejemplos. Su actitud gamberra sin embargo no es óbice para que la música que practican pueda llegar a ser de una dureza considerable. Basten como prueba muchas de las canciones del trío madrileño La Stasi.
El comienzo de las actividades de La Stasi, en el 2004, se produce con la disolución de Perturbados, grupo en el que tocaban José (guitarra y voz) y Demián (bajo y voz). Ambos querían seguir tocando juntos y contactan con Emilio (batería y voz), que militaba entonces en Mass Volumen. Esta otra banda también está a punto de disolverse y Emilio se deja convencer sin mucha dificultad para participar en el nuevo proyecto.
Cuando les preguntamos por la razón de su nombre (La Stasi era el órgano de inteligencia de la extinta R.D.A.), nos responden: «Siempre nos gustó mucho la estética comunista. Desde muy pequeñitos apoyábamos a las Gacelas Blancas de la R.D.A. Además estábamos cansados de la moda que había entre los grupos de nuestro entorno de ponerse nombres relacionados con los nazis. Era una manera de llevar la contraria y distanciarse curiosamente«. Aun así, comentan que hubo quien pensó que se trataba de alguna institución nazi.
Las coordenadas musicales con las que quiere trabajar el trío están cercanas a bandas míticas como Sex Pistols, Ramones, Exploited o grupos de punk de la primera hornada anglosajona (Notsensibles, Eater, Lurkers, Menace, The Now, Johnny Moped, X-Ray Spex…). La lista de influencias que nos da Demián se amplía con bandas como Los Flechazos.
En septiembre de ese mismo año graban la que sería su primera maqueta: “La Stasi” (2004). Lo hacen en su local de ensayo de la calle Olmo. Un mes después debutan en directo con una actuación en la madrileña sala Custom, compartiendo escenario con Las Führers, Isa y los Antihéroes y Los Tinakis.
Precisamente, una de las preguntas que le hacemos a Demián al respecto de los comienzos del grupo tiene que ver con las bandas que funcionaban por entonces, y sus posibles afinidades con el espíritu de La Stasi. El bajista nos reconoce no haber encontrado demasiadas en la escena de la capital en aquellos momentos. Aún así menciona a bandas como Webelos, C’Mon Tutankhamon, Anticonceptivass, Suizidas, Blasa Drivers, Mongolian Rabbits, Amenaza Social o las tres arriba mencionadas con las que tuvieron su bautismo de fuego ante el público.
Repiten la experiencia de grabación un año después. De nuevo en su local de ensayo, en septiembre de 2005, incluyen unos doce temas en una nueva maqueta a la que llamarían “Viva Javier Clemente” (2005). La cinta contiene perlas como “Tiro mierdas a la gente” (un auténtico cañonazo en lo musical en la línea de Exploited o G.B.H.), “Violencia diurna”,“Tu coño me absorbe” o “Deportes”, en la que arremeten contra los deportes de riesgo. El trío demostraba la contundencia con la que era capaz de ejecutar sus composiciones, independientemente del tema del que pudieran tratar, por insustancial que éste pudiera ser.
El grupo comienza entonces a mandar alguna de estas cintas a diferentes sellos aunque como nos reconocen sin ningún problema, casi nadie mostró interés alguno. La única excepción fue Hillside Strangler, que incluyó “El bingo” de la primera maqueta en uno de sus recopilatorios: “Kill By Qué? Vol. II” (Hillside Strangler, 2005). El disco recopilaba temas de trece bandas: Naughty Zombies, Neo Junco, Guardería Jackson, Los Mierdas, DementesAñade este contenido, Putillas de Lucifer, Los Niñatoss…
En la misma línea editan en julio de 2006 “Con La Stasi No Follamos” (2006), una nueva entrega de otras tantas composiciones con títulos como “Tele5 hizo un hombre de mi”, “Soy de Leningrado y del PCUS” o “A la mierda pantalones de campana”.
Recién grabada la última maqueta, se ven ya con suficiente material como para probar con la edición de un primer disco. Seleccionan dos temas de la primera cinta (“Micropene” y “Cine español”), uno de la segunda (“Soy apático”) y tres de “Con La Stasi No Follamos” (“Con La Stasi no follamos”, “Soy un rocker frustrado” y “Mi novia es un travelo de Montera”) y sacan “La Stasi” (Discos Regresivos, 2007).
Para el sencillo contaron con la ayuda de Juan, “un personaje muy majo y bizarro que trabajaba y ensayaba con su grupo de grindcore por allí”, que hizo las veces de productor, “si lo podemos llamar así”. El resultado final es fiel reflejo de las composiciones de las que gustan La Stasi, del estilo del trío. Estilo que el propio Demián nos define como “punk anti-guay”, y nos lo detalla: “Punk porque es la única música que sabemos tocar y anti-guay porque ese es nuestro carácter”. A pesar de tratarse de canciones con letras, por lo general irreverentes y con altas dosis de humor al más puro estilo de los gallegos Siniestro Total, la música no tiene que envidiar nada a las propuestas más duras del género.
Es precisamente sobre las letras que les preguntamos con verdadero interés. Confiesan no emplear demasiado tiempo con ellas, “nos salen naturales”. Se explayan en sus fuentes de inspiración: “Un día vienes quemado porque unos putos guiris te han vacilado en Huertas, pues haces una canción contra ellos (se refieren aquí a su tema “Secuestra a los guiris”), que por desgracia te has tragado ‘El Otro Lado de la Cama’ (Emilio Martínez-Lázaro, 2002), pues una contra el cine español (hablan aquí de “Cine español”), “que los viejos te persiguen para zurrarte porque has invadido su pista de petanca pues hablas del peligro que tiene la tercera edad cabreada (tema de su “Violencia diurna”); eso y las obsesiones de cada uno”. Siguen luego incidiendo en la filosofía de todo un género: “Se trata de reírse de todo, incluido nosotros mismos, pero especialmente de lo que nos molesta o no nos gusta. El punk para nosotros es ante todo un desahogo. En definitiva, cuando eres un rarito que vive en una ciudad tan rarita como Madrid es fácil hacer letras aunque evidentemente no son alta literatura ni alta filosofía”.
Intrigados por la elección de la compañía para su debut en vinilo, les preguntamos por la relación con Discos Regresivos. Nos dicen que Alfredo, su responsable, fue el único de los que contactaron con la banda, al que realmente le gustaba el grupo. Es con él, al que a estas alturas no dudan en considerar como un miembro más del grupo, con el que se decidirían a editar, no sólo el ya mencionado “La Stasi”, sino el LP que editarían poco después: “Llamando Al Manzanares” (Discos Regresivos, 2008). De hecho, fue precisamente él el que sugirió el formato de larga duración para la nueva entrega del grupo.
El disco se grabó en marzo de 2008 en los estudios Scooby Do, con Javier, su responsable, al cargo de las cuestiones técnicas. Fieles a su irreverencia, los dibujos de la portada y hoja interior son obra de un niño o de alguien que dibuja como tal, ambientado en la ribera del Manzanares. Y es que, si Los Clash cantaron a la llamada de Londres, los madrileños recurren a su río para escenificar los desmanes de sus canciones. El LP, con algún tema del material ya presentado en las maquetas con las que la banda hizo su consiguiente rodaje, tenía además canciones para enmarcar: “A la mierda contigo”, “La Movida Madrileña”, “Javier Clemente” o el mismo “Insulta y huye” son de las que los aficionados a estos palos considerarán sin duda como auténticos clásicos.
Su fidelidad para con el vinilo a la hora de sacar a la calle sus trabajos les valió una mención en el reportaje que sacó la revista Calle 20, en su número de marzo de 2008, junto a Coprolitos, Grupo Sub-1, Von G.R.A.P.A y Juanita y los Feos. El artículo, firmado por Luis F. Mayorala y documentado con las fotografías de Esteban Palazuelos, resultó ser un magnífico escaparate para las bandas madrileñas implicadas.
Reconocen tener problemas para recordar todas las salas en las que han llegado a tocar. De las madrileñas conceden, probablemente entre risas, que la Wurlitzer Ballroom sea donde más veces hayan tocado. Hablan incluso de haber batido records, precisamente allí donde en realidad no los apreciaban mucho: “Terminaron hasta la polla de nosotros, porque hubo un tiempo en que no parábamos de tocar allí y a los pobres nos les gustábamos nada”. La relación de salas incluye nombres como Barracudas, Sit, Leyenda, Silikona, Fax, los sótanos de La Zebra Koja o de La Buena. De la ocasión en la que actuaron en la sala Juglar recuerdan no haber logrado un lleno precisamente: “Fue especial porque tuvimos que pagar la entrada a varios pakistaníes para completar el mínimo de público requerido para que nos dejasen tocar”. Fuera de la capital, La Stasi ha visitado Andújar, Bilbao, Valencia, Segovia, Barcelona; hasta Monza (Italia).
En similares aprietos les ponemos a la hora de pedirles una relación, lo más completa posible de las bandas con las que han compartido escenario. Hablan de Coprolitos, grupo al que consideran “hermano o cuñado”, Asiatics, Concepción Glory Boys, Bit Of, Mongolian Rabbits, Sally Brown, C’Mon Tutankamon, Leonor SS, Nikotina Assessina, Pisando Güevos, Puerto Banús, La URSS, Zorras Adolescentes, The Seasongs, NTNZ, Jiménez del Oso, Shoolins, etc. En el capítulo de combos internacionales, aparecen los nombres de Accelerators, Eater, Smodati, Squire, Red Dons, Notsensibles o London.
En el verano de 2011 tocaron en Cerdeña (Italia), en una playa cercana a Cagliari, en el curso de un festival de dos días organizado por un chiringuito a pie de playa llamado El Corto Maltés. Así nos hablan de la experiencia: «Nosotros tocamos un domingo, no había mucho público pero casi mejor. Por lo demás fue de puta madre, la vez que con mejor equipo hemos tocado, a la gente parece ser que le hizo gracia lo de ‘pene piccolo’ y el concierto terminó con una invasión del escenario por parte del público, tanto español como italiano, algo inaudito si ves lo sosa que era la gente por allí«.
Un año después participaron en dos festivales celebrados ambos en fines de semana de junio de 2012. El primero, el DFest12 en el Matadero, reuniendo a bandas como Espermatozombies o Exteenagers, mientras que el segundo fue en el Rock Palace y tocaron, bajo el nombre de La S.G.A.E, con Penetrazión Sorpressa, Ejército de Desertores y los suizos The Escalator Haters.
A pesar de estas apariciones, lo cierto es que la actividad de la banda, que estuvo de facto separada gran parte de 2008, se reducía a juntarse para tocar en conciertos muy concretos. Es sin embargo a partir de 2011 cuando se reinician ensayos y se reactivan las ganas de grabar nuevos temas. Esto no ocurriría hasta abril de 2012. En una jornada única se grabaron y mezclaron en el Rock Palace los trece temas que conforman «La Última Esperanza de la Locurita» (Discos Regresivos, 2012). Era, como cuenta Emilio en una nota bastante emotiva en el interior, su «segundo LP y su quinta grabación«. A pesar del desmarque que en esas líneas hace en nombre del grupo del estricto punk, que se les «hace muchas veces un espacio pequeño» y que quizá resulta incompatible con muchas de sus aficiones cotidianas, lo cierto es que el disco vuelve a conjugar su aparente irreverencia con unas maneras muy contundentes. Canciones como «La casa de Kambo» o «Nueva Yok«, por ejemplo, marcan una línea clara que poco tiene que ver con bromas o insustancialidades en lo que a músicas se refiere.
Aunque los tres se reparten la cuestión de las voces, Emilio parece desempeñar un papel más relevante en esta ocasión. Al respecto nos responde Demi: «El caso de Emilio es curioso, mientras a la mayoría del género humano con el paso de los años se le vuelve más ronca la voz, yo mismo parezco Joaquín Sabina a veces, al Emilio se le vuelve voz de pitufo más y más, lo cual nos mola como queda, aunque siempre cantaremos los tres«.
Dado por hecho que la edición corría a cargo de Alfredo (Discos Regresivos), para las cuestiones gráficas también se recurrió a conocidos bien próximos: Alberto (Coprolitos), su hermano y Vera, compañero de Demi en cuestiones radiofónicas, se encargaron de diseño de portadas y fotos del interior.
De La Stasi se volvía a saber a través del recopilatorio «No Queremos Vuestras Playas» (2012), un fanzine con una completa relación de temas de grupos de la nueva oleada de punk en Madrid. El trío participaba con «Sigo soñando en Madrid«, uno de los pocos ejercicios entrañables que se ha permitido el grupo en toda su carrera.
Cuando indagamos si esperan aprovechar mucho del material que todavía tienen en las maquetas nos dicen que «a no ser que alguien quiera reeditarlas en vinilo, las maquetas se van a quedar como están«. Y efectivamente de las maquetas no, pero lo que sí editaron fue el directo que dieron en el Rock Palace con motivo del cumpleaños de Alfredo. «El Directo» (Discos Regresivos, 2015), un CD con la actuación de enero de 2014 en dicha sala, les daba la oportunidad de disfrutar entre amigos en lo que repasaban algo más de una veintena de temas de sus discos, algunos que sólo estaban en la primera maqueta o en el recopilatorio antes mencionado.
Cuenta Emilio que La Stasi no se formó ni para alimentar egos internos ni triunfar en la música. Lo suyo parece ser pues «una carrera continua hacia la derrota«. Ojalá estuviera la escena plagada de esta aparente senda de perdedores.
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