En febrero de 1995, dos años después de publicar su EP de debut «Radio 77 E.P.» (La Caverna, 1993), Radio 77 graban en los estudios Box de Madrid lo que sería su disco de debut, con Sergio Marcos como ingeniero de sonido. Siendo mezclado ocho meses más tarde, en octubre, por dos de los músicos más reputados de la capital: Jose Lanot de Los Potros y Fernando Pardo de Sex Museum. Sería editado en formato de vinilo y CD por el sello madrileño Roto Records, que publicaría también un CD-EP para promocionarlo.
Lo primero que destaca del disco es su sonido, que respecto al EP es mucho más compacto y al escucharlos conjuntamente resulta aquel mucho más maquetero; como era obvio recuperan “Orden y control”.
El disco se abre a todo trapo con “Chicos del viernes”, advertencia a todos los niños de papa que comenzaban su particular fin de semana. Continúa con el tema más pausado del disco, un medio tiempo llamado “Atrás”, que tras una pequeña introducción es conducido por el órgano de Marta Ruiz (de los Sex Museum, por supuesto), que colabora en varias canciones, pero es en ésta donde más descata. La introducción siempre me recuerda al tema “(White man) in hammersmith palais” de los Clash; no sé si el guiño fue hecho de manera consciente, ya que es normal que las influencias surjan en las canciones.
La incursión del órgano le da cierto aire reggae a la canción, como le sucede al “Ruby soho” de los Rancid, que es del mismo año. El tema de la canción es la soledad, aunque supongo que influido por las campañas estatales siempre he pensado que habla del maltrato femenino, sea como fuere una de mis favoritas del disco.
Vuelven a recuperar el ritmo con “Radio 77”, una declaración de principios de un grupo que sabía bien lo que era sembrar en tierra baldía escuchando a necios que les decían que no tenían ni idea de lo hacían. Aún así ellos seguían defendiendo esta forma de terrorismo juvenil.
Y una vez lanzados recuperan del primer EP, “Orden y control”, ya un clásico de los Radio 77 al que le quitan la sirenas iniciales pero que sigue oliendo a cervezas en la calle con los amigos para hablarnos de policías y juzgados.
Continúa el disco con “El precio de tu piel”, que trata del maltrato animal. Y le sigue “Fe y gloria” que a pesar de los años que han pasado sigue siendo un tema impresionante, esa carta a la familia sobreponiéndose a la adversidades de la guerra para hacer que se sientan orgullosos de su hijo que está en el frente, con esas referencias a la guerra de Vietnam que podría haberlas firmado Joe Strummer.
Tras el pequeño cenit que supone “Fe y gloria” hay un momentáneo reposo con “Revoluciones”, el único tema del disco que no está compuesto al completo por Suso y que suelo catalogar como el corte más épico del disco.
Y a continuación otro de los grandes himnos de Radio 77, “Aburrido en Madrid”, donde no sólo constatan y se quejan de la realidad de cualquier ciudad, sino que es también una llamada a la acción porque “ellos no te van a dar mucho más donde elegir”.
Entrando ya en la recta final del disco, “Como tú” y finalmente “Kamikazes”, que es otra de mis favoritas, un canción que no llega a los dos minutos casi enteramente cantada a coro y que es otra inyección de adrelina que regusto a frenéticas noche por la gran ciudad.