A su vuelta de Inglaterra, Pablo Santoro venía con las pilas bien cargadas, pero su anterior grupo, Bicicross, estaba más o menos finiquitado. Hugo Sierra, a su vez guitarrista y cantante de Margarita, quería montar un grupo de hip-hop. De esta forma tan curiosa se unían el ukelele de Pablo y la guitarra de Hugo, aunque el bagaje hardcoreta del primero (Silence in Music, Ensaladilla Rusa) y del otro (Margarita), así como las intenciones hip-hoperas de este último, irían a concretarse finalmente en un pop con mayúsculas.
Poco a poco empiezan a componer, canciones sencillas, con una fuerte inclinación a la melodía y ecos psicodélicos para poner música a pequeñas vivencias surrealistas.
Su primera publicación la constituye una canción para el nº8 de la Doropaedia, «Hay una selva», como parte de un disco conjunto con Anntona, Los Claveles y Wild Honey. Un número que trataba sobre el nada corriente concepto del Procomún, y que les lleva a tocar en el Centro de Arte Dos de Mayo de Móstoles. También tocan en Barcelona en el Heliogábal junto a Atomizador (Campamento Ñec Ñec) y Esperit! (Les Aus). Cabe destacar que en los directos, para no llevar las bases pregrabadas, cuentan con la inestimable ayuda de Rubén Pesquera, bajista de Margarita, a los teclados y sintes.
Siguiendo este ritmo vertiginoso, que contrasta un poco con su auto proclamada vagancia, llega su primera referencia, «Aeropuerto Extrañamente Blanco» (Gssh! Gssh!, 2010), un precioso vinilo blanco de 10″ que era presentado en la sala Siroco de Madrid junto a Atomizador y El Burro Ácrata de LCDD. Un disco en el que, al margen de modas y estilos, Pablo y Hugo hacen lo que les viene en gana y mejor saben hacer: bonitas canciones de pop.
En 2012 se asocian con Atomizador para lanzar el split «Atomizador / Prisma en Llamas» (Afeite al Perro / Chingaste la Confianza / Gssh!Gssh! / Prisma en Llamas, 2012). Atomizador aportan siete temas: cuatro cortes de speed pop armado con ukelele, dos temas de guitarra y una versión del clásico de The Dicks «Kill from the heart«. Melodías, gritos y acordes que consiguen provocar emociones cercanas al estremecimiento.
Prisma en Llamas presentan cuatro nuevos cortes, grabados y mezclados por la propia banda entre noviembre de 2011 y febrero de 2012. De la masterización se encarga Cristian Pallejà.
«Ballenas» fue escrita, con otra letra, para un concierto de Minimúsica dedicado a los sentimientos. «Hay una selva» apareció en una versión diferente en la Doropaedia #8, en el número dedicado al pro-común.
En 2013 se asocian con Violeta Vil para entregar el split «Prisma en Llamas / Violeta Vil» (Discos Walden, 2013) correspondiente al club del single de Discos Walden, en concreto, la entrega del verano del 2013.
Prisma en Llamas aportan dos temas -«Magia negra en Urano» y «Megafauna«-, paisajes oníricos de la mano de guitarras y voces que buscan suaves melodías. «Canciones perfectas para estar chapoteando en el mar y luego hacer una hoguera en la playa por la noche, o para paseos por el campo probando setas«.
La cara B es para Violeta Vil con «Carne«. Un corte de seis minutos oscuro y bailable. «La banda sonora para esa noche oscurísima que vas en coche por caminos de tierra a la discoteca del pueblo de al lado y te pierdes«.
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