Las Ruinas continúan cumpliendo la dinámica que se han impuesto: entregar un disco por año hasta llegar a los diez discos. El de 2016 lo titulan con un explícito «100% Maximum Heavy Pop», que es el estilo musical que dicen que define su música. Y es cierto, lo suyo es conjugar inmediatez, sencillez e intensidad para facturar pildorazos con estribillos pegadizos en los que las letras siguen teniendo un peso importante. Edu Chirinos observa la realidad desde su particular prisma cargado de acidez y un humor punzante.
El disco ha sido grabado en Caballo Grande con Cristian Pallejà y Ferran Resines, mientras que la masterización ha corrido a cargo de Víctor García en Ultramarinos Mastering.
En la primera parte del disco nos encontramos con los temas más intensos. Abren con «Un tiempo nuevo«, con punk-pop irritante para desmontar ese tiempo nuevo que nos venden los medios de comunicación que no es más que un retorno al principio… «es un tiempo nuevo, es un tiempo nuevo, es como el antiguo pero mola un huevo«. Amistad, rabio y deseo se apelotonan en «Necesito saber» –“ya no quiero ser tu amigo, solo quiero acostarme contigo”-… Los Buzzcocks practicando heavy pop sucio. Esa suciedad se mantiene en «Parque interior«.
«Estafa nacional» y «Zona alta» son los cortes más políticos del disco. Cortes crudos y directos. En la segunda parte del disco muestran su lado más pop, canciones que son dulces envenenados como «Vueltas«, tropicalismo -«Raíces negras«- y cortes irresistibles como «Te hace falta calor» o «El cielo es para todos«.
Las Ruinas están en plena forma, entregando una buena colección de canciones.