Aquí en los primeros 90 hubo una explosión pop que suscitó la aparición de un montón de seguidores a mediados y finales de aquella década. Algunas bandas, la mayor parte, acabaron desapareciendo, y con ellas, las, digamos, modas que las movían. Entre ellas había una que denominaban Donosti Sound, nombre así como muy guay para definir a los grupos de pop delicado que provenían de la zona. A la cabeza, Le Mans (incluyendo pasado y futuro) y La Buena Vida. Pasado ya el jolgorio, nos encontramos con Índigo, una banda valenciana que explota aquellos recursos. ¿Los metemos en el saco a pesar de la distancia geográfica? ¿O nos olvidamos de la dichosa etiqueta? Opto por lo segundo.
Porque Índigo no solo son de Valencia, sino que además se formaron en el 2003, y cuando todo aquello ya no era más que un recuerdo para muchos. Sin embargo, su sonido es deudor por completo de aquellos grupos y, por supuesto, también cuentan con vocalista femenina de voz dulce, suave e íntima, la de Vanessa Prado. Sin embargo, el hecho de que se empeñen en construir su música más allá de la moda imperante, demuestra su honestidad y amor auténtico por un sonido, un modo de hacer las cosas.
Ya desde el principio, a partir de la grabación y difusión de sus maquetas, consiguieron llamar la atención de aquellos que las escucharon, como demuestra su aceptación en diversos certámenes como el Proyecto Demo 2005 (semifinalistas junto a Triángulo de Amor Bizarro o Montevideo, entre otros; ganó Standard), y en las típicas listas de lo mejor de cada año. Así Mushroom Pillow les ficha y anuncia su debut, que debería haber visto la luz al año siguiente. Sin embargo esto no sucede nunca. El tiempo pasa, con la grabación ya finalizada y nada. Así que no les queda otra que moverse ellos y colocarse en la madrileña Junk Records, donde finalmente editan “Cosas que Nunca te he Dicho” (Junk, 2007), álbum en el que, por fin, muestran su trabajo después de tanta espera y el abandono, incluso antes de grabar el mismo, de Paco Cantos.
Como ya se ha dicho, el material llevaba ya tiempo grabado, por lo que las nuevas canciones escritas durante todo ese tiempo estaban ya listas para un segundo disco. “Se Acabó la Rabia” (Junk, 2007),vio la luz a finales de ese mismo año, tal vez conscientes de que el techo de ventas al que puede aspirar un grupo así en nuestro panorama es por desgracia bajo, y que dos discos publicados en tan corto intervalo de tiempo les permitirá promocionarlos de un modo más continuado. Con todo, durante buena parte de 2008 continúan en gira, con la participación en el Contempopránea como punto culmen, mientras trabajan a la par en otros proyectos, como es el caso de Pleasant Dreams o Individual.
En 2009 retornan con un mini-LP que abre una nueva etapa. Tras su paso por Junk, editan «Los Peores Momentos» (Bon Vivant, 2009) con el sello Bon Vivant, en cuyos cuidados recopilatorios de la serie Megatón Ye-Yé ya habían participado y, con los cuales, tomando sus propias palabras, comparten filosofía de vida.
Finalmente, en 2010, Vanessa, única superviviente a estas alturas de la formación original, comunica la disolución definitiva del grupo Índigo mediante nota de prensa, en la cual además se despide calurosamente de los medios y sus fans, y arenga a sus más queridos seguidores a que sigan la pista al nuevo proyecto que ha echado a andar junto a Iván Individual y Lucas Rodríguez, también de geometrías noventeras, pero más guitarreras y ruidosas, llamado La Gran Alianza.
Comentarios