La historia de Montevideo es una historia de amor. De amor personal, pero también de amor y mimo a la música y a cómo se produce esta.
A diferencia de la mayoría de las bandas, el proceso no es un grupo de amigos apasionados de la música que se juntan en un garaje y deciden intentar ser estrellas de rock. Manuel C. Villalba tocaba en una banda llamada Nadia del microcosmos del pop más o menos experimental en Sevilla. Damiana Dubatti por su parte era la bajista del interesantísimo grupo argentino Bristol, que publicó un disco en Indice Virgen, el sello de Sebastián Carreras, líder de Entre Ríos. Ambos tenían sus respectivos perfiles en el portal frecuenciaweb, perteneciente al diario argentino El Clarín. Manu, entonces, se interesa por Bristol, y comienza a escribirse con el grupo. Se intercambian los mails y comienzan a escribirse para comentar sobre sus respectivas carreras. El intercambio de estos correos se intensifica, y Manu viaja a Buenos Aires, donde tiempo más tarde de su primer contacto virtual se conocen físicamente. Damiana devuelve el viaje unos meses más tarde. En principio viene a Sevilla para tres meses, pero decide quedarse. Es el punto cero para Montevideo.
Damiana comienza a juguetear con un Mac, hasta que tiene algo que considera que puede ser mostrado a Manuel. A este le gusta mucho, y comienzan a trabajar en esas canciones. El resultado es la demo “Montevideo” (2003). La maqueta llama la atención de los medios maqueteros por su recuperación del espíritu del pop electrónico que tiene una conexión con Family. Entre otros llama la atención al sello Jabalina, que estaba orientando su nueva etapa hacia un sonido más cercano a ese pop, tras una irregular travesía del desierto en los 90 con bandazos estilísticos a veces no muy bien digeridos. Tras grabar una segunda maqueta, "El Avión" (2004), se llega a semifinales del Proyecto Demo del F.I.B. con “Creo que es Martes” (2005), y Jabalina les propone regrabar esas canciones y editarlas. Tras los mandos se sitúa el habitual del sello, Arturo Vaquero de Humanoid, en su estudio gallego. El resultado es “Ella y Él” (Jabalina, 2005), un muy discreto EP que, no obstante, ya deja entrever mucho del potencial del grupo, sobre todo en la estupenda “El avión”.
Tan sólo un año más tarde, y otra vez grabado en los estudios Abrigueiro en Lugo, dan forma a su primer disco largo con el sentido título de “Transoceánico” (Jabalina, 2006). De nuevo se quedan a medias de todo el potencial que el grupo parece esconder, y algunos desvaríos hacen de él un disco irregular, aunque con momentos mucho más que destacables. La canción estrella del mismo “Nunca sabrás” es elegida para aparecer en un CD recopilatorio que regala la revista Rockdelux por ser una de la elegida por los lectores como destacada dentro del panorama nacional de ese año.
Tras presentar el disco por varias ciudades y festivales veraniegos, comienzan la composición de su nuevo material. Este verá la luz en 2008. “Cuando Miramos al Sur” (Jabalina, 2008) al fin despega y dejan de ser apuntes de gran grupo para empezar a serlo.El cambio de formación con la inclusión de las guitarras de Saúl Ibáñez -quien ya les había acompañado durante la gira de "Transoceánico"-, y el protagonismo de Damiana a la voz, dotan al disco de una profundidad que no se encontraba en las grabaciones anteriores. Dejando de lado experimentaciones que no funcionaban, construyen un precioso disco de pop, y tan convencidos están del material que la canción titular es presentada a la fase previa para representar a España en el concurso de Eurovisión. No habría sido mala candidata.
Tras la grabación, Saúl abandona la formación y entra en su lugar Elena Fernández. La gira de presentación pasando por festivales veraniegos como el Contempopránea para rodar este nuevo material dan como resultado un grupo cada vez más seguro de sí mismo y de sus auténticas posibilidades. Tras la finalización de la gira, desde finales de enero de 2008 hasta mediados de junio del mismo año, se produce un nuevo cambio de fichas, pasando a la guitarra principal Arturo Ucha, quien se había incorporado como segunda guitarra, en lugar de Elena.
Nos plantamos en el 2010 y tras un nuevo baile de nombres, siempre alrededor de Damiana y Manu, la formación queda establecida con la entrada de Miguel A. Marín a la batería, y Alexis Campos en lugar de Elena a la guitarra. Además, también se produce un cambio de sello discográfico: abandonan Jabalina (digno de estudio el número de bandas que terminan yéndose del sello, incluso para autoproducirse), y entran a formar filas del jóven sello y agencia de management El Genio Equivocado, a cargo de los Pin&Pon Djs, bastante conocidos en la escena independiente barcelonesa. Y, para completar el viraje, también se produce un cambio estilístico, reflejado en "Vértigo y Euforia" (El Genio Equivocado, 2010), primer trabajo de esta nueva etapa en el que se recogen alguno de los mejores temas que han compuesto y que se intuye bastante fructífera y prometedora.
En 2011 confirman que entran en estudio para grabar un nuevo trabajo con El Genio Equivocado y continúan alargando la vida de "Vértigo y Euforia" (El Genio Equivocado, 2010) con el lanzamiento del single exclusivamente en formato digital "El Futuro Será lo que Queramos" (El Genio Equivocado, 2011) con cinco cortes: el tema original, remezclas a cargo de Fer Acedo -Super Tomate- y Yôset -dj residente de la Sala Salamandra de Hospitalet-, versión de Wiggum del tema y la inédita "Para" que aparecerá en el nuevo LP.
Montevideo celebran su décimo aniversario con "El Año del Dragón" (El Genio Equivocado, 2012), su cuarto larga duración. Un trabajo labrado en el local de ensayo y grabado en los estudios La Mina en Sevilla de la mano de Raúl Pérez.
Continúan abiertos a explorar nuevas sonoridades, mantienen su esencia pop y melodíca y un sonido equilibrado y perfectamente cohesionado, pero en las letras se percibe un cierto tono agridulce, melancólico… una realidad agridulce que caracteriza el devenir de las personas.
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