Virjinia Glück (conocida también como Virginia Glück) es hija del ex-teclista de Los Bravos Jesús Glück, del cual fue aprendiendo los acordes con siete años y poco a poco de manera autodidacta. Con dieciocho años se plantea desarrollar una forma artística más amplia que compaginase el poder del gesto con la fuerza de la palabra, deja el ballet y empieza a componer sus «histerias», canciones que aunasen en un corto espacio de tiempo una historia con la que poder cantar y bailar a la vez.
Cinco años después nace «Entre Ánimas» (Chrysalis, 1996) once «histerias» en disco en el cual Virginia sustituye la «G» por una «J» con diéresis en homenaje al poeta Juan Ramón Jiménez, pero también como una carta de presentación de un alma inquieta sólo apta para oídos sin prejuicios. En este disco Virginia está arropada por la Orquesta Filarmónica de Praga, llevada de la mano de su propio padre, Jesús Glück; todos los temas están compuestos por la propia artista. Esta ópera prima tan rompedora no logró una gran repercusión comercial, aunque lo suficiente para que la discográfica apostase por un segundo álbum.
Así, cuatro años después, Virjinia Glück da un camio radical a su carrera y sale a la luz «Una Habitación Propia» (Chrysalis, 2000). La artista vuelve a componer sus propios temas, mientras que Carlos Jean y Arturo Soriano dirigen la producción. En este disco vemos a una Virginia volviendo a la «G» de su nombre, seguramente para mostrar una imagen más frágil, terrenal y menos radical que la de su antecesora. Once temas de corte experimental que van desde baladas intimistas, canciones con un toque más electrónico («De camino a Plutón» o «El fantasma enamorado»), pasando por el jazz y algún guiño más light a la Virjinia con «J». El disco no funcionó como se esperaba, seguramente porque no era lo que sus fans esperaban y carecer de la promoción necesaria.
Después de este disco Virgina decide tomarse un descanso para dedicarse a la pintura.
En 2004 colabora con Enrique Bunbury en el disco «El Viaje a Ninguna Parte» (Capitol, 2004) haciendo los coros de «Que no sepa tu mano izquierda lo que hace la derecha» y «Carmen Jones».
Tras haber desaparecido por completo del panorama, Virginia reaparece en Internet. Aprovechándose de las ventajas de las nuevas tecnologías, publica cuatro canciones en distintas plataformas, estas son «El gato panzón», «Cocodrilos», «Cruel» y «Yo sólo quiero que tú». Más tarde reaparece con otras dos canciones: «Fría» y «No tienes ni idea». También aparece en televisión con dos conciertos donde presenta estas canciones y hace una revisión de algún que otro de sus clásicos.
Aparte de estos conciertos y de su anterior carrera en el ballet, Virginia Glück presenta una exposición en 2010 titulada «Promontorium Somnii», donde esas «histerias» cobran forma pictórica; también tocó el palo de la interpretación en un capítulo de «Esencia de Poder» (Telecinco, 2001) y en la película «El Florido Pensil» (Juan José Porto, 2002).
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