Más que un grupo de música, Miniatura fue un proyecto musical ideado por cuatro músicos, cada uno de los cuales hace su aportación individual: el cantautor madrileño José Manuel Brabo, Cachas y tres de los más grandes de la psicodelia y la canción catalana: Jaume Sisa, Albert Batiste y Pau Riba.
Cachas había llegado a Barcelona procedente de Madrid, donde había pertenecido a un colectivo de cantautores bautizado como Canción del Pueblo, en 1967. Dicho colectivo sólo duraría un año ya que poco a poco fue perdiendo miembros hasta quedar inactivo, formando varios de sus integrantes la asociación La Trágala, Grupo de Canción Popular. En dicha asociación se integraban junto a Cachas otros autores como Hilario Camacho, Elisa Serna o José Luis Leal. Cachas manifestó, años después, que “cuando me dejaban, cantaba unas canciones en las que, en lugar de letras, soltaba fonemas ininteligibles. La verdad es que no pegábamos ni con cola”. Se refería, claro está, a lo musical.
Y así era: dentro de esa asociación se daban cita músicos que, poco a poco, fueron evolucionando cada uno por su camino, en especial el ya citado Cachas que, en primer lugar, estaba decidido a prescindir de la palabra en sus canciones, sustituyéndolo por murmullos o por textos ininteligibles, como haría en “Miniatura” (Concentric, 1969), y como profundizaría más adelante en su siguiente trabajo con el grupo Música Dispersa, “Música Dispersa” (Diábolo, 1970).
En 1969 Cachas se va a vivir a Barcelona, instalándose en un piso de Ciutat Vella. Allí es donde conoce a Albert Batiste, que le pone en contacto con la vertiente más vanguardista del Grup de Folk, a la que pertenecían Pau Riba, Jaume Sisa y Albert Batiste. Decididos a abrir nuevos caminos en la canción de autor, estaban más cercanos a la propuesta musical de Cachas que los cantautores madrileños y fruto de esta sintonía surge Miniatura, un proyecto colectivo bajo cuyo nombre editan un disco, pero no como grupo, sino como suma de propuestas individuales: una canción compuesta e interpretada por cada uno de ellos.
El proyecto no tendría continuación. Pau Riba sigue su carrera musical, y el resto enrolarían a una joven cantante y multi-instrumentista llamada Selene, formando Música Dispersa y grabando uno de los discos de culto del underground y la música de vanguardia de la época: música psicodélica, folk y progresiva que prescindía por completo de las letras, sustituyéndolas por sonidos onomatopéyicos o murmullos.
Después de este único disco, Cachas se va a hacer el servicio militar y, en ese tiempo, el grupo se separa o, en palabras de Sisa, “hace honor a su nombre y se dispersa”. Tras volver de la mili, Cachas dejaría la música, y los otros tres integrantes continúan adelante con sus carreras artísticas (no sólo musicales, también en otras actividades como el diseño gráfico o la poesía).
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