Els Setze Jutges fue un colectivo musical pionero que impulsó el movimiento de la nova cançó. De este colectivo salieron grandes nombres de la canción que pasaron a la historia de la música de este país como Joan Manuel Serrat, Lluís Llach o Guillermina Motta. Pero también cantautores que tuvieron una efímera, pero interesante, trayectoria. Entre estos últimos nos encontramos a Maria del Carme Girau, nacida en 1940 en la localidad valenciana de Simat de la Valldigna. Su breve incursión musical se produjo cuando ésta residía en Barcelona, ciudad a la que se trasladó para estudiar Farmacia.
Maria del Carme conoce a Lluís Serrahima, escritor del artículo «Ens Calen Cançons d’Ara» que se considera como el manifiesto fundacional de la nova cançó, gracias a una amiga en común admiradora del colectivo. Un sábado por la tarde Maria del Carme les dice, tímidamente, que si puede interpretar alguna canción acompañada de su guitarra. Canta el tema popular “Cançó de bressol” y asombra tanto por su voz como por su dominio de la guitarra. Posteriormente les enseña algunas composiciones propias inacabadas. Los demás le animan a continuar por ese camino pero que para ingresar en el colectivo necesita más repertorio. A la semana siguiente se presenta con tres temas nuevos y se convierte de pleno derecho en miembro de Els Setze Jutges.
Su incorporación se produce en enero de 1964 convirtiéndose así en la novena juez y entrando el mismo año que el barcelonés Martí Llauradó. Maria del Carme fue la única valenciana en Els Setze Jutges, ya que otros cantantes valencianos como Raimon u Ovidi Montllor, a pesar de estar muy unidos a todo este movimiento, nunca fueron integrantes de facto.
A los pocos meses de su incorporación en Els Setze Jutges graba su primer EP “Canta les Seves Cançons” (Edigsa, 1964). Cinco temas compuestos por ella misma y que cuentan con los arreglos de Manuel Cubedo. Lluís Serahima escribió en la contraportada del vinilo: «… Debo decir que creo plenamente en las canciones y en las posibilidades de Maria del Carme. Su voz suave, quizás aparentemente ingenua, tiene una íntima fuerza expresiva y la letra y la música de sus canciones forman una unidad que no se encuentra fácilmente en los que hacen canciones. Escuchad con atención y encontrará como la alegría y la tristeza se mezclan y nos dan la alegría de haber encontrado esta nueva presencia en nuestra canción.»
Al año siguiente graba su segunda referencia, el EP “Canta les Seves Cançons II” (Edigsa, 1965). Su evolución es más que evidente, las letras de este disco están mucho más trabajadas y musicalmente se acerca al jazz. Un tema de este EP, “L’arbre sec”, es incluido para representarla en el único álbum de Els Setze Jutges, «Audiència Pública» (Concèntric, 1966).
Si hacemos caso a los rotativos de la época, la popularidad de Maria del Carme era bastante grande. A raíz de un recital que dio en Banyoles La Vanguardia escribió “(…) Empezó el programa con la presentación del conjunto Els Xerracs, quienes interpretaron dos canciones modernas de acusada actualidad que agradaron al numeroso público. Seguidamente actuaron los componentes del grupo Els Setze Jutges, Marti Llauradó, Maria del Carme Girau, Francesc Pi de la Serra y Joan Ramon Bonet, que consiguieron un clamoroso éxito en conjunto y principalmente Maria del Carme Girau, que cautivó con su armoniosa voz, y Francesc Pi de la Serra, por el contenido de sus canciones…”. Más comedido se mostró el mismo diario meses después cuando actuó en el Palacio de la Música junto a Raimon, Núria Feliu, Jeanette Ramsay, Jacinta, Els 4 Z, Latin Quartet y los jueces Joan Ramon Bonet y Joan Manuel Serrat. “…Maria del Carme Girau cuenta con muchos partidarios, bastante de los cuales debían de encontrarse en el Palacio de la Música el sábado, por lo mucho que sonaban los aplausos. Las canciones de la señorita Girau tienen encanto pero dada su configuración ejercen mayor impacto en la intimidad, ante auditorios reducidos…”
Su tercer y último disco es “País Valencià. Cançons Tradicionals” (Edigsa, 1966). En donde Maria del Carme homenajea a su tierra y al cancionero popular. Joan Fuster escribiría de ella a colación de este álbum «… Y la voz de Maria del Carme Girau es una voz joven, fresca, absolutamente espontánea. No tiene nada de estudiada ni de académica, y responde a la clara libertad de una mujer de pueblo que canta como quiere unas canciones que son suyas por herencia y por instinto.»
Destacar de este disco que Maria del Carme es una de las primeras cantautoras que se fijan en el cancionero popular. Bien es cierto que otros lo habían hecho de un modo tangencial. Por ejemplo Josep Maria Espinàs cantaba “A la vora de la nit” que se basaba en el tema popular “El mariner”, pero no era lo más común. Un año después Joan Manuel Serrat le seguiría con el LP “Cançons Tradicionals” (Edigsa, 1968). Pero no será hasta las primeras grabaciones de Maria del Mar Bonet, en el sello Concéntric, que el cancionero popular no será referencia en un cantautor.
La conexión entre Maria del Mar y Maria del Carme no acaba aquí. Y es que el sello Edigsa rechazó a la Bonet gracias a la mala experiencia que tuvo con Maria del Carme en cuanto a que las tareas de promoción no había sido del todo satisfactorias para la editora. Y Edigsa no quiso volver a trabajar con otra cantautora no profesional.
Al mismo tiempo que Els Setze Jutges se separan, Maria del Carme tiene que trasladarse a Vigo. Por lo que su carrera musical queda interrumpida para siempre. En 1998 verá reeditado todo su material en el recopilatorio “Les Cançons Dels 3 EP’s” (PM, 1998), siendo, junto a Joan Ramon Bonet, los dos únicos jueces que verán reeditado todo su trabajo en CD.
El 13 de abril de 2007, recibe del Parlament de Catalunya la medalla de honor, en la categoría de oro, junto a los demás miembros de Els Setze Jutges.
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