Ya se avisaba en la contraportada de este vinilo que la elección de los temas había sido hecha por los propios intérpretes de acuerdo con el sello Concéntric. Que se trataba de listar algunos de los temas más emblemáticos del movimiento, y que uniéndolos a otros nuevos e inéditos, formaran una antología en su conjunto de los diversos estilos que convivían en la nova cançó creada por este colectivo. Para ello se regrabaron todos los temas no aprovechando ninguna de las tomas anteriores.
La mayor influencia en Els Setze Jutges es, indudablemente, la chanson francesa. Y sobre todo de gente como Georges Brassens, Gilbert Bécaud o Yves Montand. En este álbum donde más se nota esta influencia es en los temas más antiguos pertenecientes a los miembros fundadores del colectivo. Temas como “La cançó de la taverna” de Miquel Porter que fue una de las primeras en editarse dentro del EP “Canta les Noves Cançons” (Edigsa, 1962); “Algú el recull” donde Remei Margarit deja a un lado su vena más irónica para cantar a la sentimental; Y la que más destaca de éstas “A la vora de la nit” de Josep Maria Espinàs. Canción escrita sobre la base del tema popular “El mariner”. Un tema que implícitamente habla de Catalunya, de la dictadura, del pasado y de las ansias renovadoras. Convirtiéndose en la primera canción protesta del movimiento. Este tema había sido incluido en el EP “Canta les Seves Cançons” (Edigsa, 1962).
Con más mala leche canta Enric Barbat su “Polítics de saló”. Pequeña fábula sarcástica y divertida que estaba incluida en su EP homónimo “Polítics de Saló” (Edigsa, 1965). Por los mismos derroteros transcurre la de Delfí Abella. Pero “Cap a futbol” habla sobre todo de los aficionados a este deporte, que como podemos ver no han cambiado tanto en todos estos años. El tema estaba incluido en el EP “Canta les Seves Cançons” (Edigsa, 1962). Crítica irónica de la vida también es el “Minyó que no et vols casar” de Francesc Pi de la Serra.
Pero no todos los temas destilan tanta socarronería. También nos encontramos con otros que desprenden una musicalidad poética abrumadora. Desde Valencia con el tema “l’Arbre sec” de Maria del Carme Girau que estaba incluido en el EP “Canta les Seves Cançons II” (Edigsa, 1965). O Joan Ramon Bonet desde Palma con el tema marinero “No m’enterreu” perteneciente a su corta duración “Dins Els Teus Ulls / No m’Enterreu / El Vent em Du / l’Amor Perdut” (Edigsa, 1965). Acentuando el lirismo del tema original nos encontramos a Guillermina Motta y su “Qui em diria on van”. Tema incluido en su álbum de debut “Recital Guillermina Motta” (Concèntric, 1965).
La poesía fue uno de los grandes apoyos del colectivo. Tanto en la época de grabación de este álbum como en las futuras carreras discográficas de cada uno de los miembros. Y uno de los poetas más musicalizados fue Joan Salvat-Papasseit. Martí Llauradó ya le había homenejado en el EP “Cançons d’Enamorats” (Concèntric, 1965), y aquí vuelve a repetir cantando el tema “Pantalons llargs”.
Los hechos cotidianos y personales siempre son una buena base para los cantautores. La cotidianeidad aunque parezca aburrida, si te fijas bien es la mar de divertida. Como muestra un botón. “Els infants sorruts” de Maria Amèlia Pedrerol con el cual es imposible no esbozar una sonrisa. O esa pícara “Les flors” de Xavier Elies. Más personal es “Una guitarra” de Serrat. Donde el noi del Poble Sec canta a su instrumento de batalla y trabajo que recibió de manos de su padre a los dieciséis años. Tema incluido en el EP homónimo “Una Guitarra” (Edigsa, 1965).