Los fundadores y principales elementos de Los Pekenikes mantuvieron carreras musicales en solitario al margen del grupo, especialmente cuando fueron abandonándolo de manera eventual o definitiva. Los hermanos Sainz mantuvieron breves periodos de actividad. Alfonso grabó varios discos como cantante y su hermano Lucas se apuntó a la fiebre de la guitarra solista que sacudió la música española a mediados de los 70. Pero antes habían pasado muchas, muchas cosas.
Lucas fue desde niño la guitarra de punteo o solista de Los Pekenikes, permaneciendo en la formación desde 1958 a 1969 aproximadamente, siendo el primero del núcleo duro que abandonó la formación, no de forma traumática sino por falta de tiempo para compaginarla con otras actividades profesionales. Él siempre recuerda en todas sus entrevistas posteriores la insistencia de su padre para que terminase sus estudios de Ingeniero de Caminos, lo que hizo sin perder ningún año académico.
En 1969 se enrola en el efímero grupo Taranto’s, junto a músicos de Los Pasos y Los Pekenikes, un grupo instrumental que pretendía renovar el género a través de temas netamente españoles. Aquello duró poco y Lucas marcha a Londres para aprender inglés y ampliar estudios, regresando a España para emprender su vida profesional y, de paso, para proclamarse campeón de España de rallys en 1971.
Su faceta como piloto la compaginó con la música y sus estudios durante años, debutando con un Seat 600 trucado y pasando más tarde a la escudería Renault con la que conseguiría éxitos en España y en el extranjero, a los mandos de un Alpine Renault con el que sería una vez campeón nacional y otra vez subcampeón. Mientras estudiaba en Londres se escapaba a España para competir sin pasar por casa para que su padre no se enterase. Por entonces, en el mundillo del automovilismo se le conocía como El Púa, en referencia a su otra profesión de guitarrista.
A finales de 1975 regresará a los estudios de grabación para poner a rodar el sencillo “Caminando” (Columbia, 1975), un número instrumental protagonizado por la guitarra española con reminiscencias clásicas que él mismo había compuesto. El disco en principio no obtuvo gran repercusión, pero al año siguiente era adoptado por Estudio Estadio, uno de los programas de mayor auge de TVE, como sintonía, puesto que mantendría durante dos temporadas. Eso hizo que la guitarra de Lucas volviese a brillar en un momento en que Paco de Lucía, Manolo Sanlúcar, Los Gemelos y otros grandes de la guitarra española editaban sus discos de guitarra española solista con nutridos combos u orquestas detrás de las seis cuerdas.
Al año siguiente vendría la edición de su único LP como solista: “Lucas” (Columbia, 1976). Diez piezas instrumentales con las guitarras españolas, acústicas y eléctricas como protagonistas absolutas. La dirección de la orquesta y arreglos de varias canciones correspondieron al veterano José Luis Navarro y la producción a otro pekenike, Ignacio Martín Sequeros. Temas que circulan desde un suave sonido disco con influencias del Sonido Filadelfia hasta ciertos apuntes de guitarra clásica española.
La publicación del long play vino acompañada por la edición de un nuevo sencillo, “El Matador / Rodilla Rota” (Columbia, 1976), con el que Lucas pondría fin a su exigua carrera solista para no regresar nunca a la música como actividad profesional. Actualmente, ya jubilado, reparte su tiempo entre Madrid y Liébana, en Cantabria, donde últimamente los palos del golf han desplazado a su colección de guitarras. Puntualmente, ha vuelto a ponerse al frente de Los Pekenikes para eventos especiales como el 50º Aniversario de la llegada a España de The Beatles o el concierto homenaje a su compañero Tony Luz
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