Corría el año 1997 cuando Acuarela publicaba «Lujo y Miseria» (Acuarela, 1997), un recopilatorio ideado por Austrohúngaro, un colectivo barcelonés con Astrud como capos que juntaba a algunos de los grupos que más les gustaban y que todavía no tenían nada publicado. Todo esto sería el germen de la discográfica del mismo nombre, publicando a grupos tan interesantes como Hidrogenesse, Mano de Santo o Feria.
En «Lujo y Miseria», entre temas de Chico y Chica, Nautilus o la broma Stardu (Manolo y Genís cambiando el orden del nombre de su grupo) se encontraban dos canciones de Les Biscuits Sales, una banda de Barcelona compuesta por cuatro mujeres decididas a plantar cara a todo y a todos. «Regalos de Suiza» y «No sé», las dos canciones mencionadas, serían sólo el aperitivo para la única referencia del grupo, el EP «Ese Pedazo de Onda» (Piérdete, 1999)
Les Biscuits Sales habían conocido a Astrud en 1996 y en seguida supieron que tenían puntos en común: el gusto por el tecno o el hecho de ser «raros» dentro del indie, por ejemplo. Ellas fueron las elegidas para tocar en la segunda edición del Sonajero, el contra-festival organizado por Austrohúngaro en las mismas fechas que el Sónar.
El grupo se disolvió tras la marcha de Araceli, con tan solo un EP y algunos conciertos a sus espaldas. Su último concierto fue precisamente el que sirvió de presentación de «Ese Pedazo de Onda» en Madrid, en verano de 1999. La vida de Les Biscuits Sales fue corta, cortísima, dejando a todos con muchas ganas de más, que serían satisfechas en parte con Feria, el proyecto que montaron las otras tres biscuits, Helena, Marta y Elisa, con Genís Segarra como aliado.
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