Azuzado por un incombustible fuego interior que le mantiene en constante actividad, Claus Groten, obligado motor principal de Vómito tras la triste desaparición de Víctor, siempre ha necesitado de varios proyectos a la vez para asegurar ese movimiento perpetuo con el que sentirse vivo. Pluridisciplinar en sus aficiones, con necesidad de una válvula de escape musical a su grupo de siempre, ni siquiera la vuelta a la actividad del que fuera sin lugar a dudas uno de los nombres más interesantes surgidos desde Irún en la época del rock radikal vasco, le ha frenado para poner en marcha una nueva banda en paralelo. Inox empieza a fraguarse en su cabeza a finales de 2011, cuando se lo plantea a Iban Martínez, batería por entonces en la última formación de Vómito. Es a él al que ofrece hacerse cargo de la guitarra rítmica. Entre los dos confeccionan el grupo ofreciendo la guitarra solista a Josu Alecha (Thanks to Losers, Bisai) y la batería a Guanche (Señor No, Lobo Eléctrico, Inoren edo Ni).
La inspiración para elegir el nombre del grupo le llega a Claus en lo que anda liado en casa de sus padres haciendo la comida, en concreto al percatarse en el logo del acero inoxidable en la hoja de un cuchillo enorme: “Y en ese mismo momento, al ver a mi hijo pequeño con la melena que llevaba entonces, se me ocurrió la idea para la portada. Me llevé el cuchillo y cuando llegamos a casa por la tarde cogí la cámara e hice la foto con Daniel. Ya tenía el nombre para el grupo y, aunque sólo teníamos un par de canciones en marcha, ¡la portada para el disco!” cuenta Claus. Acababa de nacer la «stainless rock band».
Casi antes de empezar los ensayos propiamente dichos en verano de 2012 se centraron en la composición y grabación de maquetas. El grupo se pone a funcionar en serio en septiembre de 2013 tras acabar los temas del disco con el que querían debutar. Y es que, sin pensárselo dos veces, editan “Hiéreme” (Potencial Hardcore, 2013), dando el pistoletazo oficial a INOX. “Tenía tres o cuatro letras ya bastante elaboradas y como siempre un montón de apuntes, de borradores. Así que nos pusimos manos a la obra con bastante intensidad”, comenta Claus sobre el proceso de elaboración del disco.
Para su edición no tuvieron que buscar muy lejos. Fernando, de Potencial Hardcore, “colega y una persona entrañable, perro viejo como yo”, como le describe Claus, y con el que habían sacado todo el material último de Vómito, no duda en apoyarles en esta nueva etapa.
El resultado es una colección de canciones con lugares comunes y recurrentes como el fuego, el sexo, las drogas o heridas que se dirían compuestas para sentir por la piel, mediante picor, escozor… Un auténtico ejercicio sensorial. Se hace casi inevitable preguntarles si existía una necesidad de explorar una vertiente que no era posible con Vómito: “Me sentía un poco encorsetado en Vómito a nivel creativo, sobre todo musicalmente hablando, y además quería trabajar con gente nueva”, confiesa Claus, “con este nuevo proyecto pensaba además que podía llegar a bastante más gente, a un público más amplio que con Vómito. Muchas personas cercanas me decían que con las canciones que estaba haciendo el nombre nos limitaba”.
Inox sorprendería al seguidor de Vómito, donde en realidad, nunca se escatimaron esfuerzos por seguir evolucionando. El vocalista y bajista de las dos formaciones indicaba la potencia de los nuevos temas, lo bailable de los ritmos, “rock enérgico en definitiva que debería de gustar al que nos ha seguido a lo largo de toda nuestra trayectoria, no al que se ha quedado en ‘Fuerzas de seguridad’ y ‘Ratas de ciudad’ «.
En los meses siguientes editaron videoclips para los temas “Ella es mi droga” y “Vagos y maleantes”, uno de los momentos más rabiosos y reivindicativos del álbum, para cuya grabación contaron con la ayuda de un buen montón de amigos y rostros conocidos de la escena el punk.
Guanche siente entonces que anda a demasiadas cosas a la vez, con demasiado rock´n´roll en su vida, y necesita tomar un respiro. Su decisión les deja en una situación complicada porque se quedan sin un batería difícil de sustituir por ser, en palabras del propio Claus, “contundente, preciso y que además puedan moverse en diferentes estilos”. Finalmente se reestructuran de manera que Iban se hace cargo de las baquetas y se incorpora Gari Gorrotxategi a la guitarra.
La banda se faja en directo, tocando los meses de enero en El Gat Penat Live Rock Club de Castellón y en junio con Subversión X en San Sebastián.
De esta guisa graban los dos temas para el sencillo “Ministro / Un Hombre sin Piedad” (Malicia, 2015), que constituye la segunda referencia del catálogo del sello valenciano Malicia Records, filial para grupos nacionales en activo de VomitoPunkRock Records, con quienes se había editado un vinilo con maquetas de Vómito. Un demoledor arrebato en contra de toda una serie de valores para la sociedad bienpensante encarnados en la figura de un ministro, al que se amenaza explícitamente unas cuantas vueltas de tuercas más que lo que hicieran Tijuana in Blue en su “Maki navaja”. Para la segunda cara adaptaban el tema “Highwayman” de Highwaymen, supergrupo de country americano en el que figuraron en su momento, entre otros, Johnny Cash y Kris Kristofferson.
Presentaron en directo en 2015 el sencillo con conciertos como los que dieron en la sala Arrebato de Zaragoza en febrero, en Sestao en marzo, en abril en Ávila en el Festival Me Dan Arkadas.
El sencillo era un adelanto del CD que vería la luz en 2016: “Chica Zombi” (Potencial Hardcore, 2016) presentado con impactante y trabajado diseño gráfico, plagado de sangre y foto de portada de la chica zombi que trata de agarrarnos desde una bañera. Grabado en los estudios de Claus, siendo mezclado y masterizado por Lolo Gor en los Corsarios Estudios. El grupo se acompaña para la ocasión por una sección de vientos (saxo y trompeta) y violín, reincidiendo en la fórmula de rugiente intimismo, sentimiento descarnado y desgarrada crítica social.
Para los temas “Vallas y cuchillas” y “Chica zombi”, se elaboraron sendos videoclips. En el último una nutrida banda termina sufriendo el ataque, al acabar la canción, de un ejército de zombies.
En junio de ese mismo año, la banda toca en el aniversario del centro ocupado de Minas en Oiartzun (Guipuzcoa).
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