Schwarzenegger

Schwarzenegger es una enérgica y visceral formación ferrolana que conjuga metal y tintes progresivos. “Schwarzenegger surge como la necesidad que Phoghettegger y Rubenegger teníamos de levantar más y definir mejor; de romper con la monotonía histérica del blastbeat, del tupa-tupa y del ‘faster than a bullet’ en la que estuvimos atrapados tanto tiempo; de compartir con el público más shows y más grabaciones; de democratizar la musculación y, de una vez por todas, ponernos cachas. Antes de empezar con Schwá ya llevábamos entrenando y tocando juntos más de 10 años en Mongollica y Brainwash y con otros culturistas en Bloodhunter, Hashassin o Wisdom.

Albertegger se une a nosotros procedente de Collón de LolaAñade este contenido y Distilling PainAñade este contenido para reforzar el aspecto aeróbico del grupo. Sus profundos conocimientos en bailes regionales del mundo le dan al espectáculo una nueva dimensión, una forma de comunión con el público solo conocida en rituales del África profunda” apuntan.

Definen su sonido como una mezcla de metal extremo, metal no tan extremo y música progresiva… “Todos procedemos de la música extrema: el grindcore, el death metal, el judo, el hip hop, el rock bravú… son cosas que te marcan y están ahí, no se pueden sacar. Son como una fea cicatriz que no consigues tapar con el Photoshop y te parece que estropea la foto pero no. Sin embargo, desde que además hacemos burpees le damos más a Mastodon, Intronaut, King Crimson o King Diamond. De esta forma, tratamos de hacer un entrenamiento que tiene partes muy intensas, casi hasta el fallo muscular; otras, de resistencia; otras, de relajación; y otras, de falsete”.

Tras dos maquetas iniciales: “Double True Organic” (2013) y “The Uncreatine” (2014), presentan  “The Birth of Veins” (CGTH, 2017). Cinco intensos y musculosos cortes grabados en The Ocean Studios con Brais Landeira… “Nuestro sonido ha cambiado bastante en estos años y los cambios de formación son, en gran medida, los responsables. En la primera grabación estábamos cuatro miembros de Brainwash y se nota muchísimo. A pesar de eso hay una nueva dirección, menos caótica, más lenta, menos grindcore, más melódica. Fue una época muy bonita porque tomamos la decisión de depilarnos y comprar los tangas.

‘The Uncreatine’ lo volvimos a grabar en el ya desaparecido estudio Área61 de Ferrol, pero esta vez sin Txolenegger. Son tres temas que se separan más del estilo que practicábamos antes. Los tipos de riffs, los tempos, los flirteos con lo progresivo, otras voces… Entrenábamos bastante, pero todavía no conocíamos el autobronceador y no estábamos tan mazas como para andar mucho por ahí.

Esta última vez, ya con Albertegger al bajo y con media hora de música, presentamos un EP que continúa y amplía el camino que habíamos empezado en ‘The Uncreatine’ sin olvidarnos de dónde venimos. Fue mucho trabajo en el gimnasio, pero al final conseguimos que se nos vieran las venas, nos bronceamos y ya andamos por ahí con frecuencia.

Hace no mucho que Brunegger (voz) abandonó la disciplina del entrenamiento, pero nos hemos repartido sus responsabilidades entre los tres y ahora somos 1/3 más fuertes que antes”.

Con respecto a la grabación de “The Birth of Veins” (2017) afirman que “allá por el 2016 decidimos embarcarnos en la grabación de algo más largo que lo que teníamos hasta el momento. Hablamos con Brais, de The Ocean Studios, para realizar la grabación. La grabación fue por pistas, casi sin coincidir en el estudio y con sesiones muy separadas en el tiempo. La distancia, los trabajos por turnos y las obligaciones de la vida en general hicieron que la grabación se prolongase unos cuantos meses. Aun así, conseguimos ser mucho más rápidos que George R. R. Martin.

Para las mezclas y la masterización final nos pusimos en contacto con un ‘profesional’ extranjero que se portó con nosotros como un auténtico impresentable. Le enviamos las pistas y chao, no hemos vuelto a tener noticia de él, ni largas, ni ‘no’, ni ‘no entreno con amateurs’… solo silencio. Volvimos a contactar con Brais, que se mostró encantado de acabar el trabajo que había comenzado. A la vista está que estamos muy contentos con el resultado. Trabajar con alguien de fuera, por famosete que sea, implica una serie de inconvenientes (que si la distancia, que si la comunicación, que si el dinero, que si no me importáis un cagao…) que desaparecen al confiar en alguien ‘de casa’. Lo bueno es que en todo este tiempo no hemos parado de entrenar y estamos mucho más cuadrados que antes.

En el momento de grabar no somos muy partidarios de los esteroides ni del Photoshop porque luego o te deshidratas de forma incontrolada o cualquier parecido entre la grabación y el directo es pura coincidencia. Aunque nos guste experimentar en algún momento con unos sintes o un press de banca que pueda haber por el estudio, tenemos presente que hay que defenderlo en directo. Lo que hacemos en el estudio trata de ser el reflejo de nuestro esfuerzo muscular más que la cantidad de ciclos que aguanta nuestro hígado. Seguramente encontrarás fotos de culturistas más hinchados, pero nosotros tocamos y tratamos de grabar así, sin trampa y enseñando cartón”.

La banda forma parte del colectivo de Ferrolterra CGTH, junto a otras formaciones como Klüte o Turbo Kraks… “La gente de CGTH nos ha apoyado desde el principio y no sabemos muy bien si es por nuestros abdominales esculpidos en mármol o por nuestras poses gimnásticas y equilibradas. En cualquier caso estamos muy agradecidos a CGTH porque la sinergia permite que juntos podamos hacer cosas más grandes y mejores.

Sin duda esa colectividad es muy importante para que todo siga existiendo. Las bandas underground, los colectivos, CSA, las salas pequeñas que colaboran, los pequeños promotores, el público, los medios… todos forman parte de la escena y si falta alguno se nota. Es muy de agradecer que siga existiendo gente interesada en la difusión del culturismo y la halterofilia porque aunque no son deportes de balón sí que necesitan pelotas”.