Un total de veintinueve canciones componen la única referencia oficial publicada por Los Caramelos, aunque sus canciones llevaban muchos años sonando en Radio 3 de la mano de Juan de Pablos. En un acto de justicia tan necesario como excitante, Spicnic se hizo cargo de la edición de "Los Caramelos 1988 – 1999" (Spicnic, 2002).
Teniendo en cuenta que lo que se resume aquí son ni más ni menos que once años de carrera y grabaciones, lo que encontramos en este artefacto es una paseo por las diferentes etapas de Los Caramelos, cuya pasión por el bubblegum, el rock ‘n’ roll, el surf o el doo-wap da lugar a un batiburrillo entretenidísimo: canciones cortas, bastantes intrumentales y unas cuantas versiones que superan en muchos casos los originales, amén de temas propios y homenajes.
Sin duda, los mejores momentos se disfrutan cuando Los Caramelos se ponen surf: "Isadora Duncan", "Ciudad del surf" o "Vete, pájaro malo" son auténticas joyas, así como el acelerado instrumental "El sonido de la joven América". Otro de los estilos que toca es el rock ‘n’ roll clásico, con canciones de amor como "Cherry" o "Si crees en la magia". El homenaje al cine no podía faltar y los elegidos son "Errol Flyn" y el director italiano Dario Argento ("Rojo profundo"). El resto de temas se mueven entre los temas acústicos más clásicos ("… y el sol se va"), algún toque tropical y hawaiiano ("Servitel", "El probador de Camila") o el tecno pop.
En cuanto a las versiones, que no podían faltar dentro de una colección de canciones tan extensa, el "Centro di gravittà permanente" que ideó el gran Franco Battiato se convierte para Charlie Mysterio en su particular venganza tecno pop contra los años 90, transformando el italiano original en frases como "No soporto ciertas modas / la independencia del rock / la nocilla, el brit pop / la alternativa española / ni la monserga alemana". Por su parte, la revisión del "África paga" de los Ilegales adquiere un tono pop que le viene como un guante. Es curioso el camino que sigue en la versión de "Un rayo de sol", que a su vez era una versión de Jesse & James: Charlie Mysterio la traduce al inglés como "Dancing in the sun". Podría pensarse que la versión procede directamente de la original, pero en los créditos está incluido como autor A. Jaén, mítico miembro de Los Diablos.
Además, los homenajes continuan con covers de Intronautas, The Beach Boys o Fernando Márquez -El Zurdo- entre otros. Algo inabarcable, y con canciones olvidables (no todo iban a ser obras maestras), "Los Caramelos 1988 – 1999" es un disco para degustar poco a poco, en diferentes momentos, eligiendo cada estilo según el estado de animo del que lo escucha. Un ave rara en nuestro panorama, que no habrá suficientes maneras de agradecer.