José Luis Borsani Selva, más conocido como Joe Borsani, nació en 1945 en Florencio Varela, población argentina cercana a Buenos Aires. Personaje polifacético, era músico, productor, compositor, cantante y actor. En esta última faceta trabajó con al argentino Carlos Borcosque en películas como “Voy a Hablar de la Esperanza” (1964), o en “La Gran Felicidad” (1966), dirigida por su hermano Carlos Borsani. Películas para las que además compuso la banda sonora. Actuó asimismo en “Viva la Vida” (1967) y en “La Familia Hippie” (1971), con Palito Ortega, ambas dirigidas por Enrique Carreras.
Musicalmente comenzó su trayectoria artística en su Argentina natal componiendo para diversos artistas, como el ya citado Palito Ortega o Sandro. El éxito y la popularidad le llegarían en los años 60, con el grupo de pop ye-yé Los Tíos Queridos y su clásico “Voy a pintar las paredes con tu nombre”. Con este grupo llegaría a grabar seis discos, girando por toda América Latina. En la última etapa entró en sus filas una cantante, María Teresa Campilongo, que sería conocida posteriormente, ya en España, como Rubi, y con la que contraería matrimonio.
Estando de gira, se produce el golpe de estado del General Videla, así que Joe Borsani y Marité deciden no regresar a Argentina, trasladándose a Madrid. De esta forma, en 1976 aterrizan justamente a punto de estallar el fenómeno cultural que posteriormente se conocería como La Movida, de la que Joe Borsani se convertirá en uno de los principales pioneros e impulsores en múltiples disciplinas como productor, director, cantante, compositor y actor.
Apenas recién llegado contacta con el ambiente que se estaba fraguando y aprovechando ese marco favorable, ya a finales de los 70, forma Jungla. Su amigo y compatriota Jorge Alvárez, productor que también trabajaría con otros grupos como Trastos, les abre la puerta ni más ni menos que de la todopoderosa CBS, con la que firman un contrato, aunque se les exige que cambien el nombre por Sissi, que entendían más comercial, idea del diseñador Juan Gatti, amigo de Joe Borsani y también argentino, que además sería el encargado de las portadas.
Su debut con CBS se produce en 1979 con el single «Ya soy un Hombre» (CBS, 1979), que contenía la titular y «Aquí y ahora», ambas incluidas en su único LP. La importancia de este sencillo radica en el hecho de ser considerado el primer lanzamiento discográfico que en España se etiquetaría como nueva ola. Sin embargo, generó un rechazo inmediato en el ambiente y la crítica musical especializada de la época, que los acusa injustamente de ser un producto prefabricado y manipulado por la discográfica. La campaña de promoción de CBS y la imagen del grupo, con un toque glamouroso (ropas llamativas, pelos de colores), no ayudó precisamente. Con todo, llegan a grabar en 1980 todo un LP titulado «Sissi» (CBS, 1980), y ese mismo año un último single con “Gibraltar” y una versión de la afamada “Un rayo de Sol” de Los Diablos, en la Cara B.
Antes de terminar 1980, diez meses después de la formación de la banda, Joe Borsani se desanima y decide dedicarse a otra cosa, poniendo fin a la aventura de Sissi. Joe se centra entonces en otras actividades. Se integra en GAD, un grupo de teatro subversivo y moderno dirigido por su hermano Carlos, además de promover la carrera de su ex-mujer Rubi, que por entonces graba una canción suya, uno de los grandes himnos de La Movida como es “Yo tenía un novio (que tocaba en un conjunto beat)”. Posteriormente le compondría otras y le produciría el segundo disco en solitario. Además, se hizo cargo de la dirección artística de la sala Rock-Ola entre 1983 y 1985, que vive con él sus mejores años, convirtiéndose en el templo de la nueva ola madrileña del que todos hemos oído hablar.
En 1985 volvería a grabar para Hispavox «Joe y las Tías Queridas» (Hispavox, 1985), un EP de aire kitsch en el que revisa, en clave de humor, algunos de sus éxitos de su primer grupo, Los Tíos Queridos, como «Si me ves volar», «Yo quisiera ser muy libre» o «Voy a pintar las paredes», así como la canción «Radioactividad», una de las incluidas en el LP de Sissi.
Dos años después, colaboraría de nuevo con Rubi produciéndole su tercer disco “Hay Amores que Matan” (Lollipop, 1987), y pasaría a un segundo plano, dedicándose fundamentalmente a su faceta como actor y director teatral, y a componer para músicos tan dispares como Miguel Bosé, Germán Coppini o Paco Clavel.
Precisamente organizaría y produciría en 1994 el álbum «Duets» (Barça Promociones, 1994), que recoge temas interpretados por Paco Clavel junto con artistas como Pedro Almodóvar, McNamara, Bernardo Bonezzi, Alaska, Carlos Berlanga, Fernando Márquez, Herminio Molero o el propio Joe Borsani, entre otros. Además, dirigió una serie de recopilatorios para la compañía Discoloco: “Tremenda Movida Latina” (Discoloco, 1995) y “Tremenda Movida Latina Vol. II” (Discoloco, 2000), donde se incluían canciones de artistas que mezclaban pop y ritmos tropicales con canciones del propio Joe Borsani, Rubi, German Coppini, Malevaje, Fernándo Márquez o Victor Coyote, entre otros muchos.
En 1996, sorprendía con la edición de «Amigos Entrañables en la Oscuridad» (Barsa Promociones, 1996), su primer y único larga duración. Un buen disco, sencillo, acústico y emocionante que, por desgracia, pasó desapercibido.
Ya a principios de 2001, reuniría a Sissi para ofrecer varios conciertos con repertorio propio y versiones -uno de ellos fue grabado y editado por la independiente Lollipop con el título de «Aquí y Ahora» (Lollipop, 2002)-, continuando con sus colaboraciones en teatro con la obra ¡Viva Quevedo!, en la que puso música a varios poemas del poeta y que codirigía junto a su hermano Carlos, hasta que, lamentablemente, el 8 de junio de 2003 era hallado muerto en su domicilio de Madrid. Poco a poco, a raíz de este desgraciado suceso, se ha ido reconociendo su gran labor como pionero de la nueva ola en España. Atrás quedan aquellas críticas injustas que dieron al traste con su grupo.
Deja, aunque sin título, un CD inédito en el que, acompañado por dos pianos, Joe canta catorce temas, propios y ajenos, a los que se sentía especialmente vinculado.
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