Malamarismo

Malamarismo

“Malamarismo” (Universal, 2007), el tercer álbum de Mala Rodríguez, está condicionado por dos hechos fundamentales: María ha sido madre y se marca como objetivo entrar por la puerta grande en el mercado de América Latina.

Nueva York, Miami, Puerto Rico, Los Angeles, Las Vegas, Madrid y Terrassa forman parte de las etapas del álbum, que se empezó a grabar justo en el momento en que La Mala dejó de dar el pecho a su hijo. Por el camino se quedó una muy tórrida colaboración con Calle 13, los nuevos reyes del regetón, “Mala suerte con el 13” , recién publicada en el fantástico disco de éstos, “Residente o Visitante” (Sony & BMG, 2007).

“Malamarismo”, que acaba con un silencio de más de tres años, marca un antes y un después en su carrera, es un cambio de rumbo tras la crudeza de “Lujo Ibérico” (Yo Gano / Super Ego-Universal, 2000) y la profundidad de “Alevosía” (Universal, 2003). Es un disco con una amplitud de estilos y miras asombrosa: colaboraciones con enorme fuerza comercial, rimas más (ejem) maduras y con mayor pegada, nuevos espacios sonoros nunca recorridos antes en el hip-hop nacional y una voz con nuevos matices, más poderosa y de mayor calado, sin rastros de hardcore.

Si por algo se distingue “Malamarismo” de sus predecesores es por la variedad en la producción: en buena parte cortesía de Griffi, productor de Sólo los Solo que sustituye a Supernafamacho y Jota Mayúscula a los mandos (“Cuando hice ‘Lujo ibérico’ ya iba a trabajar con Griffi, pero no sé lo que pasó, fui allí y al final estuve con otra peña y acabé haciendo algo con Dive Dibosso, cosas locas. Pero el destino ha hecho que ahora nos hayamos encontrado. Ha sido un placer. Ha sido muy comprensivo conmigo, porque a mí me gusta que se me vaya la olla y es como en las relaciones, que tiene que haber alguien que ponga algo de sensatez.”), un tema de Giggi Mantequiggia, dos de Sr. T Cee y cuatro del capo de las mixtapes DJ Rectangle (“Con DJ Rectangle empezamos en dos, tres canciones, y al final una más, lo que iba saliendo. Es un tío que sabe lo que hace y que además es que es muy perfeccionista, aunque tampoco tardamos mucho. No hicimos quinientas tomas, sino tres o cuatro, a veces cinco, porque yo también me he preparado; he tomado clases de canto para no hacerme daño. Ya que mi carrera es con la voz, tengo que cuidarme, ¿no?”). “Malamarismo” son catorce cortes que basculan entre las producciones más bajas de su carrera, lo muy bueno y lo extraordinario.

En el primer grupo encontramos “Tiempo pa pensá” con Julieta Venegas, llena de azúcar, muy apta para los amantes del  flamenquito, y “Miedo” cantada a medias con Reynor Mahoma Hernández, padre de su hijo recién nacido, y supuesto alegato anti-racista convertido en panfleto lleno de clichés (“…aquí hay un negrón que va a enseñar a follar a tu mujer…”).

“Volveré” abriendo el disco con forma de r’n’b sexy y cool (bien entendido), “Te convierto” un imposible bootleg de Pata Negra con Wu-Tang Clan, “Menos tú” un prodigio de Griffi a los platos con María muy graciosa al micro:“Todo esta mal menos tú / todo es una mierda menos tú / todos se equivocan menos tú / pero tú quien te crees que eres”, “Enfermo” es regetón de alta escuela a medias con el gran Tego, “La loca”, ejercicio de sana autocrítica hacia su propio personaje (“Hay veces que uno mismo se cree un personaje, y el personaje se lo acaba comiendo. Pues a mí no me come, voy un paso más allá. Soy mejor que eso, tengo más… La Mala no es sólo una chica que rapea y que se ha criado en Sevilla. No me bloquees, no me limites, yo quiero dar más. Limitaciones conmigo no, por favor”), “Memorias del futuro” (armada a partir del clasicazo “Tired of being alone”) y “Jura y gana” cerrando la nómina soul del disco y, por último, “Déjame entrá” completan la parte de notable alto.

Y dentro de lo extraordinario: “Nanai” es una revisión a la regetón de los ritmos marciales made in Timbaland que le sirve a la Mala para denunciar la violencia de género (“por cierto / hacéis mu buena pareja / tú le pegas / y ella se deja”). Una de las canciones españolas del 2007, sí o sí. “Caida libre” es un milagro de base microhouse cortesía de Griffi, que bien podría haber entrado en el disco de, por ejemplo, los Clipse del año pasado y a ningún headz le hubiera chirriado, y que muestra las tremendas posibilidades de dos de los mayores talentos de la música popular de los últimos diez años en nuestro país. “Toca toca” es una nueva obra maestra con Griffi a los mandos y La Mala cantando, algo inaudito en nuestro país, sobre cómo hay que hacerle un dedo para que alcance el orgasmo: “apriétame fuerte pa que no me vaya / y no hagas lo que te conviene / las caricias estallan / este sentimiento está en el borde una falla / quema quémate esas yemas / toca toca / quema quémate esas yemas / toca toca / quema quémate esas yemas / toca toca / lo hacemos otra vez / yo me vuelvo loca”). La fabulosa, y a tope de flow, “Por la noche” cierra el disco siendo la única canción estrictamente hip hop: temática de supervivencia en las noches del extrarradio con Supernafamacho a los mandos, y que Bigas Luna eligió para la BSO de “Yo soy La Juani” (2006) en la que la propia Mala hace su primer cameo como actriz.

Más serena y reflexiva, a Mala Rodríguez, a diferencia de los dos discos anteriores, se la ve muy segura de lo que quiere: “(Malamarismo) es como volver a nacer. Un punto y aparte. No digo que lo anterior sea una mierda, pero no hay color. Éste es el disco que yo tenía que haber hecho hace tiempo, pero no lo podía hacer porque antes tenía que caminar lo que he caminado para ofrecer hoy este trabajo”.

Grupo:

“Es La Mala María / pa un...

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Tracklist:

CD 1

  1. Volveré
  2. Te convierto
  3. Nanai
  4. Caída libre
  5. Menos tñ
  6. Tiempo pa pensar
  7. Toca toca
  8. Enfermo
  9. La loca
  10. Miedo
  11. Memorias del futuro
  12. Jura y gana
  13. Déjame entrar
  14. Por la noche

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