Mucho tardaron Kanzer d’Eskroto en volver a repetir con un disco. Casi una década transcurrió entre su anterior trabajo «Mundo Inmundo» (Bazofia, 1998) y este otro «Alucinosis» (Bazofia, 2007). Aunque la banda no llegó a parar (de hecho participaron en numerosos recopilatorios y siguieron actuando), sus ocupaciones personales y la militancia en otros proyectos retrasaron la grabación del material nuevo. Dio tiempo incluso a que se produjera el relevo en la guitarra y voz principal, lo que obligó a su vez a regrabar cosas, retrasando todo aún más.
Empezaron trabajando en marzo de 2005 con Sergio Delgado, a quien conocían a través de Piolines, que les ofrece el estudio Aurum de Madrid gratis. Tras el cambio de formación se registra la voz de Isi, el nuevo cantante, en mayo de 2006 en el mismo bar que regentaba entonces la banda y alguna guitarra que faltaba entre abril y mayo de 2007 en el local de ensayo aprovechando la estancia del ténico de sonido en la capital del Ebro. Las mezclas fueron realizadas en los estudios Inguz de Zaragoza el 16 de mayo de 2007.
Son pues varias las razones por las que podría haber diferencias con respecto al sonido de su anterior entrega. Y de hecho suenan distinto, en la voz y en las guitarras quizás más rápidas y potentes, pero mantienen, para bien, mucho del tono y espíritu que mostraron esos diez años atrás.
Aunque los helados que degustan los insectos y los componentes del grupo del dibujo de la portada no son precisamente de chocolate, el nivel de escándalo que parecen provocar ahora no es el de la anterior vez. Eso sí hay escena en modo «dominatrix» para la contra y montaje fotográfico con penes por cabeza para la hoja interior recordando un tanto aquel controvertido poster desplegable que utilizase Dead Kennedys para uno de sus discos.
Las referencias a sexo explícito de otras veces han quedado muy suavizadas, restringiéndose todo si acaso a la historia de las dos prostitutas que trabajan en ámbitos diferentes («Justine y Libertad«, versión de un tema de The Lewd que guarda quizás algo de conexión con algunas de las letras de Capitán Entresijos) y la del travestismo del honrado padre de familia de («Glen or Glenda«).
Parecen más interesados en este caso en las cuestiones de denuncia al control ejercido sobre el individuo por parte del sistema («Stop control» es un auténtico cañonazo) o de las reacciones violentas que dicha opresión genera («Cabreados«). O en las indicaciones del carácter antisocial («Bicho raro«) o incluso enfermo («Demencia!») de las que hacen gala.
De su primerísima maqueta, aquella «Tu Madre Sha Komido mi Poya» (1996) tan sólo recuperan ya «La venganza, el odio y el rencor«, que si bien mantiene reconocible la sección rítmica de la cinta, queda mucho más potente en esta nueva versión y «Sha muerto«, a mi entender uno de los mejores temas de todo el repertorio de los maños.
«Demencia!«, utilizado para algún recopilatorio en el que participaron los maños en el período entre disco y disco, también se incluye ahora. Es abrasiva desde el comienzo.
Y es que hay muy poquitas concesiones a los medios tiempo o levantadas de pie del pedal del acelerador; «J.A.S.P.» una logradísima versión con la que cierran disco de Piolines, combo con el que mantuvieron estrecha relación y que también facturaron, entre otras aberraciones varias, lecturas de punk hardcore durísimas, no es un ejemplo de esas excepciones. Sí lo pueden ser «La muñeca«, en la que prefieren recalcar el ambiente siniestro que los ojos de cristal del muñeco rescatado de la basura produce, y quizás la ya mencionada «Glen or Glenda«, de las más reforzadas con tonos de rock rocoso.
La dureza de la música del grupo es una gran noticia. Que perdure incluso con tantos años de por medio de su primer disco lo es aún mejor.