Droga nueva para superar el mono que había dejado No More Lies. El debut de Vistalegre no solo hace esta función sino que además nos muestra una vertiente más desenfadada provocada por tres tipos que transmiten buen rollo y unas ganas terribles por volver a emocionarnos como antaño.
Grabado en familia, y con una nómina en su currículum repleta de subrayados en negrita, Santi, Roger y Marc muestran todos lo aprendido a lo largo de sus trayectorias anteriores, con un plus de revitalizadora energía propia de unos adolescentes con hambre canina. Esta mezcla de experiencia y poderío se cuela por cada uno de los surcos de “Vistalegre” (BCore, 2010). Una inmejorable demostración de lo que significa dar buena cuenta de los discos que le marcan la vida a uno, el trío de Sant Feliu impregna con los aromas de éstos su propio cancionero. De esta manera, bandas como Buzzcocks, los R.E.M. de los 80, Hüsker Dü, Sugar o Mission of Burma son recordadas a través de una excelente colección de temas precisos, cortos, dinámicos y directos al corazón de la melodía. De entre todos estos, se hace complicado escoger uno pero, si hubiera que hacerlo, maravillas como “I trusted you”, “L’Ebre”, “Feed the sound”, “Divers” y “Wires” son de las que quedan tatuadas a la primera en la memoria.
Mención aparte merecen también las dos vibrantes versiones que Vistalegre hacen de La Mandra, “Jesus d’ouro”, y Body Vishnu, “Industrial times”, completando un catálogo, de catorce canciones despachadas en media hora, que ponía en la palestra a una banda que en un futuro próximo tiene mucho que decir.