Hay que entender este trabajo monográfico como lo que es: una rareza especializada en unas músicas cuyo nexo común es puramente geográfico. De este LP no se editaron sencillos y hay que darle el tratamiento de un todo unitario, a pesar de la escasa conexión entre unas piezas y otras. Poco que ver temas populares y casi populacheros en su origen como el vals “Las mañanitas” o el “corrido” “Soldado de levita” con clásicos de la canción de autor como “Que he sacado con quererte” y «Gracias a la vida» de Violeta Parra o “Duerme negrito” de Yupanqui. Y a su vez poca relación guardan con temas folclóricos de pura cepa como el colombiano “Las acacias”. Sin embargo, la batidora de Raphael se las ingenia para dar un acabado similar a todos estos temas y mantener la formalidad del proyecto.
En el disco, el cantante no es la única voz. Junto a él, Los Gemelos, ese ejemplar dúo madrileño, que casi siempre en segundo plano se convirtieron en los habituales compañeros de María Dolores Pradera y colaboraron puntualmente con otros artistas. Con Raphael no solo grabaron este disco, sino que le acompañaron en varios recitales en el Olimpia de París.
Elegimos para ilustrar este sucinto comentario dos temas de variada procedencia. El ya citado “Soldado de levita”, que diez años antes había sido un éxito en la voz y las guitarras de Los Pekenikes. La otra es “Gracias a la vida”, un tema de múltiples versiones que forma parte de la banda sonora vital de toda una generación.