Mini-LP que supone la continuación de los sonidos oi! desplegados en el disco anterior. Grabado, como el anterior, en los estudios J & M de Madrid a finales del mes de febrero, y producido por los hermanos Garrido.
Comienza con la épica de «Viento de libertad«, un gran tema en el que Fray hace mención a la lucha de los skins de Euskadi. La banda empieza precisamente el año de la publicación de este disco sus primeros conciertos en el País Vasco, llegando a tocar con muchas de las bandas más representativas de la escena de aquellos años. No se especifica ni a qué tipo de lucha se refiere ni por qué son sólo los del País Vasco los que tienen esa necesidad.
El disco contiene dos dedicatorias. «Django el pestoso» y «J’N Roll star» están dedicadas a La Frontera y a Loquillo y los Trogloditas, respectivamente. Así como la segunda es una mini versión jotera de «Be Bop a Lula» sin mayor historia, la primera resulta curiosa. Remolonea al principio para despegar pero luego gana consistencia; es un buen tema, que tiene algo de vaquero, de película del Oeste. De hecho, según comentó Manel, el grupo la compuso como un divertimento basado en este tipo de films. También comienza con aires de duelo al sol, el tema «Achuntament«, crítica al estamento municipal, al que terminan amenazando «s’acosta el final«.
«Kaos«, la versión de «Chaos» de 4-Skins es uno de los mejores temas de este trabajo. Se trata de una reproducción bastante fiel a la canción original, y como ésta, pone los pelos de punta. Se vierten promesas de violencia (gratuita) contra el que se cruce con ellos por la calle.
«Ningún nombre de mujer» es una pequeña maravilla. Mezcla entre canción épica y el tono ska que proporciona el saxo de Boris Porter, que figura ya como colaborador habitual de la banda. Está dedicada a la relación con una mujer. Aunque esto no representa una novedad en el ambiente musical oi! llama la atención lo contundente e intensa que resulta en comparación con veleidades más flojas como el archiconocido «Skinhead girl» popularizada por Bad Manners o The Oppressed. Precisamente por ello decepciona un poco lo burlón del videoclip con el que la presentaron en «La Bola de Cristal» (TVE), en el que aparecen a las puertas de lo que parece un cementerio, tirando de una vaca, a la que pretenden casar con Fray.
«Subversion» y «Exploited Klimbers» son dos composiciones potentes. La primera se refiere a la explotación en la que vive el obrero. Rebelión, revuelta, revolución, violencia contra la injusticia social. Guitarras afiladas como cuchillos. Batería sin descanso. Sin embargo, la segunda hace mención al grupo de escalada al que pertenecían amigos de Fray, con nombre que se refieren al grupo punk The Exploited, y cuyo modo peculiar de acometer la subida a las montañas catalanas de la zona queda reflejada en la letra.
El final del disco, con «Canción de cuna» resulta flojo. Un canto a la botella y al alcohol. Adaptada de una canción tradicional vasca.