El debut de Nosoträsh fue un soplo de aire fresco en una escena demasiado masculina, en la que las mujeres prácticamente solo cantaban. Aun así, el grupo no está plenamente preparado y su primer disco, con el elocuente título de "Nadie Hablará de… Nosoträsh" (RCA, 1998), no está a la altura de sus singles previos. De todas formas, los chispazos son evidentes y entre tanta canción se encuentran más de una joya (y más de dos).
Recuperan algunos temas de sus dos EP previos y los regraban, añadiendo una estrofa nueva a "Voy a aterrizar", decorando "Mis muñecas" con arreglos algo innecesarios y transformando la anglófila "Jeff" en "Pereza". Ninguna de las tres consigue superar a sus versiones previas y no aportan demasiado.
Con los singles, en cambio, aciertan: "Punk rock city" es una bonita tonada costumbrista cargada de emoción, en un registro melancólico que les sienta de maravilla. "Sintasol" da buena cuenta de la habilidad de Nosoträsh para hacer buenas melodías y juegos de voces imaginativos. Por su parte, la versión del clásico "Poupée de cire, poupée de son", canción ganadora de Eurovisión 1965 escrita por el gigante Gainsbourg e interpretada por la pizpireta France Gall, toma toda la fuerza del tonti pop y lo convierte en un género a respetar con su voz aniñada y su espíritu punk pop. Cabe destacar también "Nenyures", un tema en bable escrito por Nacho Vegas, como "En ningún lugar".
Sin embargo, el disco no brilla todo lo que debiera y el formato largo, en 1998, todavía les quedaba algo grande a las asturianas. Demasiada canción de relleno, otras ya conocidas, y composiciones algo pobres. Habría que esperar un tiempo para escuchar a Nosoträsh en todo su esplendor.