Mundo, Demonio y Carne

Mundo, Demonio y Carne

El alma que quiere llegar en breve al santo recogimiento, silencio espiritual, desnudez y pobreza de espíritu, donde se goza el pacífico refrigerio del Espíritu Santo, y se alcanza unidad con Dios, y librarse de los impedimentos de toda criatura de este mundo, y defenderse de las astucias y engaños del demonio, y libertarse de si mismo, tiene necesidad de ejercitar los documentos siguientes, advirtiendo que todos los daños que el alma recibe nacen de los enemigos ya dichos, que son: mundo, demonio y carne…” (“Las Cautelas”, San Juan De La Cruz).

Se acababa la década de los 60 y los tiempos estaban cambiando. El pop clásico había dejado paso a otros movimientos como la psicodelia o el rock progresivo, y grupos que habían servido de referencia para Los Brincos como The Who, o The Kinks publicaban discos conceptuales. Fernando Arbex estaba al tanto de todo esto y él también quería hacer esa obra que pasara a los anales de la historia y sirviese de referencia a las generaciones venideras. Una obra ambiciosa que fuese capaz de competir con todos esos grupos que le habían servido como base. Lo preparó a conciencia y estaba tan convencido de sus posibilidades que grabaron dos versiones diferentes del disco, una para el mercado anglosajón, y la que aquí nos ocupa para el mercado nacional.

Desde el primer momento hubo problemas con el disco. La portada original era una en la que aparecían los cinco brincos con el torso desnudo. Pero fue vetada por la censura franquista y sustituida por una pintura surrealista de un cerebro en descomposición. La portada original no vería la luz hasta una reedición posterior.

El tema que abre el disco ya demuestra que Arbex no se estaba echando un farol con la ambiciosa y memorable “Mundo, demonio y carne”, canción que consta de cuatro movimientos. El primero, donde nos habla del mundo y sobre la terrible situación en la que se encuentra, todo ello sobre un ritmo que recuerda a los primeros Santana. Tras un breve fragmento psicodélico se inicia el segundo movimiento, donde se impone el lado más oscuro y denso del rock progresivo, para desembocar en lo que perfectamente podría ser la música para ambientar cualquier tipo de pesadilla, hasta que se abre paso la batería, que con un ritmo marcial marca un ritmo asfixiante con ayuda de la guitarra para este tercer movimiento que trata sobre las nefastas cualidades del diablo; hasta que los teclados dan paso al hombre, cuarto y último movimiento, que nos acerca a Soft Machine para acabar muriendo delante del mar escuchando a las gaviotas de fondo.

Como se puede comprobar para Fernando Arbex la religión es bastante importante -años más tarde pondrá el nombre de su grupo Barrabás después de ver la película de Anthony Quinn- y aparte de influenciarle en el nombre del disco y en su canción homónima, también está presente en forma de canción con “Hermano Ismael”, una canción sosa y prescindible dentro del conjunto, y que junto con “Carmen” son las peores canciones del disco.

Si en la primera parte de “Mundo, Demonio y Carne” se puede intuir el camino que Fernando y Oscar seguirían en Alacrán, en “Emancipación”, con sus ritmos más funkys teniendo como base el órgano, se ve el punto de partido que Arbex tomará con Barrabás. Es de lo mejor del disco junto con “Esa mujer”, estremecedora balada, una de las mejores de toda su carrera, que sólo utiliza el apoyo de una guitarra española y los teclados, pero donde destacan los arreglos de cuerda.

En “Emancipación”, que es toda una declaración de principios, se cantaba a la libertad que también es el tema de “Butterfly”, donde el rock progresivo toma un camino más festivo, al igual que en “Jenny, La Genio” o “Vive la realidad”. El disco acaba con la instrumental “Kama-Sutra”, canción cercana al acid-rock donde se dan de la mano la psicodelia y los sonidos hindúes.

Cuando vio la luz esta obra ambiciosa, su recibimiento fue bastante frío. La gente no solía comprar discos de este estilo, y este no fue una excepción. Fue un gran fracaso que hizo al grupo desaparecer. Nadie entendía que quisieran experimentar, evolucionar, y abrir nuevos caminos. En Gran Bretaña dejaron que sus grupos evolucionaran hacia sonidos muy alejados de sus inicios, pero en España no. A Los Brincos no les dejaron.

Grupo:

Hay cosas en esta vida que un...

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Tracklist:

  1. Mundo, demonio y carne
  2. Vive la realidad
  3. Hermano Israel
  4. Esa mujer
  5. Jenny, la genio
  6. Emancipación
  7. Carmen
  8. Butterfly
  9. Kama-Sutra

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