El primer álbum como solista de Roberto Herreros es «Mi Asignatura Pendiente» y en él nos encontramos a partes iguales la influencia tanto de Roberto como de Chema Purón –productor del disco- que da un toque preciosista a unas canciones en su origen más desnudas que en breves pasajes pueden recordar al sonido Torrelaguna. El disco publicado en 2009 tiene buena repercusión y ventas a nivel local, pues es una obra esperada.
La música del riojano es la de un cantautor rock, con un sonido de influencia norteamericana, que algunos podrían relacionar con Joaquín Sabina. Pero aquí acaban todas las similitudes ya que Roberto tiene una voz más potente y matizada, y sus textos, aunque sentidos, no carecen de humor y nos hablan con sencillez de los problemas cotidianos que surgen en la vida de cualquier ser humano. Los músicos que intervinieron en la grabación de este álbum fueron: Ovidio López a la guitarra, Jaume Guerra Meneu al bajo, Jorge Villaescusa al teclado, Ximo Tomás a la batería, Enrique Pedrón a la armónica y Pedro Ponce de León al saxo.
Roberto abre este álbum con la destacable «Escuchando un viejo blues» que con esa guitarra harrisoniana conforma una hermosa balada rock evocadora de otros tiempos. «Abajo el fracaso» es un boogie acústico sobre los problemas que se van superando con cierto aire bluegrass. «Sueños de utopía» que son aires blues sobre los anhelos que se quieren convertir en realidad y «S.O.S. (que alguien reparta cordura)«, tema planteado como single inicial del álbum, que refleja la difícil situación actual que describe Roberto con crudeza.
El disco continúa con «El amor necesita un perdedor«, tema de folk-rock americano sobre una ruptura amorosa, «Cangrejo cruel» sobre la superación de una grave enfermedad con una agresiva guitarra a contratiempo y «Dime que te sucedió» con un principio muy de la tercera vía con un melancólico piano. Roberto habla sobre el amor en completa crisis en «Y tú no estás«, mientras que «Vámonos lejos» es un tema de folk-rock con ambiente californiano donde sin embargo da color un saxofón una historia de amor y escapismo. Por último «¡Por qué te has ido!» una profunda elegía a la ausencia definitiva de un amigo.
Como se puede comprobar temas cercanos, cálidos y cotidianos que con los que cualquiera puede conectar en un momento dado.