Una canción campanillera para este primer sencillo de Micky para Ariola de la mano de Fernando Arbex. Ritmo contundente, trompeteo ocasional y aires de rock en la voz de Micky. Un tema que peca de monótono y fía toda su posibilidad de enganche a un estribillo poco ocurrente y un ritmo obsesivo.
No funcionó todo lo bien que hubiera gustado a Fernando y a Micky, aunque sirvió para que El Hombre de Goma volviese a la actividad y dejase claro que ya no era el gracioso cantante de lacio flequillo que lideraba Los Tonys.