Electroviral

Su primer largo, “Electroviral (Sony , 2010), deja bastante definida la línea que les va a lanzar al “estrellato”: una mezcla de pop con arreglos bastante eléctricos y cierto intento de rock canalla juvenil poco acertado. Se trata de ocho canciones nuevas -más la inclusión de cinco de sus primeros temas- que logran que en cierta medida el álbum de debut de Supersubmarina resulte redondo: tiene un principio y un fin claramente determinados. Como un ciclo vital, pero musical.

Así es como “Magia electroviral”, a modo de intro, calienta motores y anuncia lo que se va a escuchar: una sesión de pop quizá excesivamente arreglado, con cierta electricidad, tal y como diagnostica el segundo corte, “Eléctrico”. Un cambio llega con “Niebla”, canción de amor algo alejada del «canallismo» que a veces, de manera errónea, abandera el grupo.

“LN Granada” es quizá el tema más bonito del álbum. Una canción simple que incluye juegos de palabras y entra fácil, además de ser pegadiza. También presentan una versión del mítico “Chas! Y aparezco a tu lado” de Álex y Christina -un total punto de confusión- bastante olvidado en los directos pero que no llega a desentonar del todo con el hilo que persiguen.

Otro de los momentos ruidosos del álbum llega de la mano de “XXI”, que intenta llegar a himno generacional, dedicado a los “bichos” del nuevo siglo, algo reivindicativo pero resultón. Solo una pequeña explosión más dentro de este virus eléctrico.

“Centro de atención” es la evidencia más clara de cómo Vetusta Morla -a quienes también han teloneado- es una de las fuentes de inspiración más recurrentes de estos jienenses.

El largo llega a su fin de la mano de “Eres”, otro de los momentos suaves que, además de servir de despedida, cortocircuita la electricidad de un trabajo que pronostica el éxito en futuras entregas.