Los Chacho dos años después de su primer disco con la intención de continuar la fiesta. La labor como productor de Griffi, como siempre, brilla, y más en esta ocasión en la que muestra su gusto por esos sintetizadores analógicos que llenaban las pistas de baila en los 80.
Así la tradicional intro mezcla uno de estos sintes con bajos funkis a lo Prince y «Date cuenta» se convierte en una bacanal sonora de techno, electro, rap y rythm ‘n’ blues (un tanto trasnochado) que pese a todo (y pese a Tremendo, con el que siempre se ganan enteros) se hace pesada y larga.
«Rockeandolo duro» es un tema disco divertido, y en «Quítatelo todo» vuelve el rythm ‘n’ blues más actual (ese que prefiere a la TR-808 que a una sección de violines). «Siente mi funk» a pesar de la deslumbrande producción, es estática. En «Soul Brodas» vuelve el hip hop y Tremendo: no hace falta decir más. «Kinkisistema» recuerda a las bases que hacía Griffi para Sólo los Solo, pero sin Juan para rematarlo cuesta bastante digerirlo. «Veneno para puristas» es graciosa, ese soul con vocación internacional (sí, en inglés) pasa a un fraseo que recuerda más que a nada a TV on the Radio (¿?), hasta que llega Tremendo (otra vez) para darle sentido a todo.
El disco incide tanto en los aciertos como en los errores del 2007 y, sí, la fiesta sigue, pero «Date Cuenta» parece anunciar el momento en el que es mejor irte a casa a dormir.