El primer trabajo de Drinkin’ Tinto llega en el 99 de la mano de Galiza-Up. Once canciones grabadas en los estudios Areamaster (Vigo) con Esteban Amorín como técnico de grabación y Anxo Maciel y Xosé Trincado en las mezclas y masterización. Entre las colaboraciones nos encontramos a Javier Maneiro (Heredeiros da Crus) aportando su voz a “Rasura o bigote”, a Xosé Ramón Santomil (piano en “Dulce pirica”) y a Amorisiño (coros en “Ai, ai, ai…!!! O que nos espera” y punteos en “Corrupsión en Esclavitud”). En él muestran su característico sonido, más duro que el de otras bandas bravú, cargado de riffs enérgicos, estribillos eficaces y coros adrenalínicos.
Una sirena de policía abre el disco, se acercan los disturbios. “A nosa canción” es una declaración de intenciones en toda regla con un ritmo frenético y contundente: “Son as nosas cancións / cancións da nos aterra / con letras escritas na… na fala galega”.
En “Colleita propia” atraviesan senderos costumbristas, la elaboración casera de vino que termina en borrachera: “Bebendo tinto sen parar”; y en “Rasura o bigote” abrazan el delirio con una pequeña sombra de origen capilar como protagonista.
Cortes como “Malas linguas” y “Ai, ai, ai…!!! O que nos espera” se acercan al metal, con riffs contundentes y dicción agresiva. La pausa la trae “Dulce pirica”, voz desnuda y base de piano que termina ganando revoluciones e intensidad conforme avanza.
También nos encontramos con temas políticos -“Par de banderitas” dedicada a la Guardia Civil- y pequeños himnos regionales como “Corrupsión na Esclavitud”.