El fenómeno del rock bravú que convulsionó la escena gallega a mediados de los 90 fue un movimiento heterogéneo con una serie de pautas comunes: la utilización de la lengua gallega, una acérrima reivindicación de las raíces, un nivel elevado de costumbrismo agrícola y rural, y sobre todo, muchas ganas de fiesta. En prácticamente todas las localidades gallegas comenzaron a surgir bandas como Os Diplomáticos de Monte-Alto, Yellow Pixoliñas o Heredeiros da Crus que interpretaron el fenómeno a su manera. En Milladoiro (Ames) se forman Drinkin’ Tinto en los inviernos del 96 y 97, cinco amigos que se reunían para beber kalimotxo y cerveza por las tardes deciden dar el salto y montar una banda de rock. En la formación nos encontramos a David Santomil Devi (voz), Marcos (guitarra rítmica y acústica), Luis Fortunez (guitarra solista), Charlie (bajo) y Arturo (batería).
Su primer trabajo llega en el 99 de la mano de Galiza-Up, “Colleita Propia” (Galiza-Up, 1999). Once canciones grabadas en los estudios Areamaster de Vigo, con Esteban Amorín como técnico de grabación y Anxo Maciel y Xosé Trincado en las mezclas y masterización. Entre las colaboraciones nos encontramos a Javier Maneiro (Heredeiros da Crus) aportando su voz en “Rasura o bigote”, a Xosé Ramón Santomil (piano en “Dulce pirica”) y a Amorisiño (coros en “Ai, ai, ai…!!! O que nos espera” y punteos en “Corrupsión en Esclavitud”). En él muestran su característico sonido, más duro que el de otras bandas bravú, cargado de riffs enérgicos, estribillos eficaces y coros adrenalínicos.
Tres años después entregan su segundo largo: “Lei do Botellón” (Edicións do Cumio, 2002). En esta ocasión es Edicións do Cumio quien se encarga de su edición. El sello / editorial también será el encargado de publicar el larga duración debut de Rastreros –“A Piñón Fixo, A Golpe de Pixo” (Edicións do Cumio, 1996)– y el recopilatorio “Unión Bravú” (Edicións do Cumio, 1996). Drinkin’ Tinto mantienen esquemas y endurecen más si cabe su sonido, acercándose al metal en cortes como “Elas falan!!!”.
A principios del 2000 el movimiento bravú comienza a perder fuelle y el respaldo de un público que convirtió en superventas en Galicia a bandas como Os Diplomáticos de Monte-Alto o Heredeiros da Crus. Drinkin’ Tinto sufren también el desgaste y tras la salida de varios miembros, se separan en el 2004. Sin embargo, mantienen el contacto y cada cierto tiempo se reúnen para celebrar aniversarios. Así, en marzo del 2008 ofrecen un concierto en la sala Nasa de Santiago de Compostela para celebrar su décimo primer aniversario.
Tras la disolución de la banda, David Santomil pone en marcha Clan Devi, rodeado de músicos con amplia experiencia en el panorama musical gallego.
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