Tras la experiencia jamaicana “Euskal Herria Jamaika Clash” (Talka, 2006), Fermín Muguruza volvió a las andadas a a lo grande, con un proyecto que involucró una larga lista de colaboraciones y grabaciones en más de una decena de estudios y emplazamientos diferentes. Irún, Berlín, Nueva York, Tokio, Kingston, Dublín, París, Madrid, Moscú, Jerusalén, Kuala Lumpur, Niamey, Quito, Barcelona, Toulouse y Roma fueron las ciudades a las que se desplazó el artista vasco para elaborar este Sound System del León Asmático. Si bien se trata de un esquema similar al que siguió para la elaboración de “Brigadistak Sound System” (Esan Ozenki, 1999), desplazándose igualmente a diferentes países, en este caso, quiso que las ciudades en cuestión desempeñaran un papel más relevante, aportando algo a cada canción. Y para organizar semejante dispersidad, la mano de Ángel G. Katarain gestionando el resultado final en su
Larga lista de colaboradores (los italianos Radici nel Cemento, los venezolanos Desorden Público, los mexicanos Tijuana No, los franceses Spartak Dub International, los argentinos Todos Tus Muertos, Manu Chao, los californianos Aztlan Underground, Angelo Moore de Fishbone y las producciones de Mad Professor) para terminar tejiendo un tapiz multisonoro. Sí, efectivamente se trata del formato Sound System, y todo rezuma aire de reggae zumbón pero ahora con altas dosis de intimismo traído por guitarras o incluso algún violín y aires de soul, con decidida apuesta por la sección de vientos y coros femeninos. Todo mucho más calmado que en ocasiones anteriores, sin prisa alguna
Canciones con múltiples contribuciones, idiomas que se entrecruzan y voces diferentes que se complementan. Delicias como «Ezin ihesi Berlin» en la que se pueden encontrar miles de planos sonoros diferentes, locuras de intensidad como «Balazalak» o «Milaka bilaka». Árabe, castellano, euskera y la producción casi de trip hop de Manchester para «Itzuliko naiz» y el aire de funkie y groove de «Asthmatic lion». «Loturak» es una locura en la que entra hasta una trikititxa y para «Ez sailkatu» dispone de un coro de niños que piden que no se les clasifique
Mundo de simulacro, necesidad de abandonar la jaula, el choque y mestizaje necesarios para ruptura y encuentro, casquillos de bala y pistolas que se empuñan en cuanto se menciona la palabra cultura… Fermín Muguruza vuelve a recurrir en numerosas ocasiones al cine para sus letras y aún va a más, en una pirueta más convoca a las actrics Rossy de Palma y María de Medeiros para poner voz a recitados en, respectivamente, «Simulakroa» y «Hau dena».
«I come from» parece un lamento, una jiga irlandesa entonada en un lago con niebla, y el recitado en esukera sobre un fondo de drum & bass contenido le da un aire de leyenda y new age que pone los pelos de punta.
Para el final, eso sí, llena el escenario de compañeros de aventuras, como Manu Chao, para echar el telón con un «Milaka bilaka» que corta la respiración. La llamada del País Vasco para escuchar y dialogar al ritmo de las percusiones propias de Los Fabulosos Cadillacs.
Probablemente uno de los discos imprescindibles de Fermín Muguruza.