El inencontrable primer LP de Alarma!!! ha sobrevivido con dignidad y coherencia a un olvido colectivo, y es que la ingente cantidad de temas casi míticos, estandartes de estados alterados, injusticias sociales, crónicas urbanas de las sucias calles y ácidas críticas a los convecionalismos de la sociedad deja perplejo al oyente futuro que no da crédito a la mala fortuna de esta formación. Dicho esto, es verdad que afecta a su calidad una producción que peca a veces de pragmática, y algunas elecciones desafortunadas en las propuestas que desentonan con la grandeza y carisma de otros temas.
Sabemos que es Carlos Narea quien se sienta detrás de la mesa de producción asisitido por Pepe Loeches como ingeniero de sonido, aunque viendo su participación en el segundo LP es obvia la depuración y su mayor riqueza en este último.
La movida empieza con «Para ti» de la dupla Díez – Tena, que es un himno generacional del mismo modo en que lo acabó siendo el amargo «Frío«; la primera vez que lo escuché pensé que me sonaba, que ya lo había oído, como si formase parte de la memoria auditiva de una vida anterior, sobria, rockera, valiente y con una de la mejoras letras de Tena. Aunque lo analizaremos más detenidamente en el apartado de sencillos diremos que su mensaje sigue tan vigente como el primer día, un canto a los perdedores, al malditismo social respecto de la autenticidad y la envidia que genera la libertad de opción, los sueños, su integridad personal.
Le sigue frenéticamente, casi mejor esquizofrénica, «Perdido una vez más«, un tema verdaderamente conceptual, que con sus zigzagueantes riffs de guitarra y redobles de batería intensos emula perfectamente ese estado de ansiedad que precede al consumo, o a la imposibilidad de satisfacción de ese vértigo, del dilema ante la adicción y las visiones tétricas provocadas por la abstemia, un buen tema.
«Manía depresiva«, uno de los mejores cortes acerca de la propensión que tenemos en las sociedades occidentales por tirar la toalla, empujados por la celeridad, por los desencuentros y las compulsiones; la ejecución del tema es impresionante: un buen tempo de guitarras y batería que parece ir a destiempo para que el desasosiego en el interlocutor sea mayor. Jaime está brutal en el colofón final; por su parte, Manolo, con una voz más oscurecida parece hacer un guiño a la persecución del caballo y si no atención: «Salgo corriendo cuando entras en mi cama, pero me alcanzas en el ascensor / me abrazas a traición / da igual lo que piense, da igual lo que intente / por qué te empeñas en arruinar mi vida / siempre me encuentras adonde vaya, ni en sueños logro escapar de ti / empiezo a sonreír a los psiquiatras / y en los sucesos pronto se hablará de mi«. Casi ná.
Respecto a «Nunca pasa nada«, es sin duda el peor tema de este LP que empasta con unos versos anodinos y un ritmo sincopado excesivo la hasta ahora buena marcha del disco. Tampoco se puede catalogar a «Mentiras» de interesante, una melodía muy acertada pero una temática que queda vulgar en comparación con el resto del trabajo que se arriesga con anhelos, crónicas y denuncias suicidas, así pues disfrutable pero inferior respecto a lo que nos suele regalar la pluma de Tena.
A partir de aquí empieza el bombardeo del surco con temas que deberían figurar con letras de oro en el museo rock en este país: «Tu amor» del que el propio Sabina diría envidiar esos versos tan a la nueva ola: «Tu amor de plástico y hermético, tan electrodoméstico / tu amor calienta pero no quema«; un rockazo. «Lola«, crónica de la prostitución con unos ingeniosos versos y un estribillo muy pegadizo lleno de cinismo.
Para seguir con esta línea valiente, valiente «Reina del Neón«, con mejor estilo melódico y poético que Almodóvar, Tena afronta uno de los fenómenos que más polémicas y rechazo generaban en una España que empezaba a juguetear con sus estrenadas libertades, líneas de guitarras contundentes y un señor Díez muy inspirado en el estribillo dan empaque y contundencia a cosas como: «Encerrado en el cuerpo de un hombre sin suerte sabiendo que él todo mujer se siente / camina indiferente por la acera de enfrente, ¿qué le importa a esa gente que le llama indecente«, simplemente maravillosa, lúgubre, adelantada.
«¿Qué tipo de desastre eres tú?» es una de las grandes sorpresas de este larga duración y anticipaba lo que sería el increíble segundo album, con una producción más acertada y un ritmo contagioso. Este tema desenfadado vuelve a fagocitar la mala estrella de los perdedores con un guiño cómico e irónico a los que lo intentan, a los que pierden, a los que fueron sin relevancia ni apoyos, a aquellos cuyo ímpetu y vísceras dejaron impronta y sobrevivieron a un ostracismo absurdo.