Tras su triunfo mallorquín, Adriángela participa y llega a la final de la edición 1965 del Festival del Mediterráneo, que se celebraba cada otoño en Barcelona. Allí defiende una balada compuesta por el prolífico maestro Capell, que lo mismo adaptaba éxitos del pop inglés que componía una sardana o que, como es el caso, componía una balada de festival con violines a manta y crescendo vocal en el estribillo.
La cara B está reservada a otro tema estrenado en aquel remoto festival, que estuvo compuesto e interpretado por el italiano Luigi Tenco. Otra balada con una bella melodía y la voz cálida y poderosa Adriángela poniendo palabras castellanas al asunto.