Para su siguiente trabajo Troika funcionaron con parámetros similares a los empleados para su «K7» (Autoeditado, 2016), ya que grabaron en el mismo sitio, el centro autogestionado La Condenada, con Como Churros Grabaciones a los mandos de las cuestiones técnicas. Dejaron todo dispuesto en enero de 2017 y para después del verano de ese mismo año, presentado en similares tonos blanquinegros del diseño de Mario M. Martínez, tenían en la calle, esta vez en formato de vinilo EP, una nueva entrega de temas igualmente impactantes.
Queda garantizada así la misma capacidad en la pegada, la misma virulencia con la que atacaron en su debut. Y así, si entonces se descolgaban con un impactante «Etiquetas» en la que enfatizaban la incongruencia con la que se abordan, por ejemplo, las cuestiones de género, en esta nueva entrega se muestran tajantes en su disposición por buscar nuevos espacios de confrontación, abandonar el relax de la resignación y conseguir que el miedo cambie de bando. Así lo cuentan en «Confrontación» y amplian en «Desterradas» gritando a los cuatro vientos la irrebatible libertad individual a la hora de tomar decisiones.
Preocupadas en la transmisión de ese mensaje de rabia, incluyen en el disco un fanzine en el que, además de las letras, se detallan las condiciones en las que se compusieron las mismas, aclarando la inspiración que llevaron a su escritura y contextualizando el debate que proponen.
También continúan desarrollando la cuestión de exportar el conflicto interno hacia fuera. En este caso centrado en especial en la rabia y la ira, en su identificación desde dentro para poder proyectarla de la manera más explosiva. O la de la maldición de los individualismos, en este caso, a la hora de plantear la resolución de conflictos.
Equiparan, para su defensa por el maltrato y explotación, al resto de especies que nos rodean con los esclavos de otro tiempo. A ellos dedican «Pelean por una vida«.
Combativas, efectivas en su planteamiento verbal violento, proponiendo la lucha, abandonando un pacifismo inútil, gestionan su punk como vehículo rabioso en el que su discurso amenaza y atemoriza. «Nos falta un proyecto que cambie la historia / Nos falta discurso, nos falta memoria» denuncian en «Batallas«, el corte con el que cierran el disco.
Un disco intenso, más que recomendable, de un grupo del que sin duda necesitamos más entregas como ésta.