El primer trabajo de Troika se editó en formato de cinta de cassette tras haber grabado el 30 de enero de 2016 en el centro ocupado La Condenada de Madrid, el entorno en el que además se les había dejado debutar en directo. Se puso el trío madrileño en manos de Como Churros Grabaciones, a quien le valoraban, sobre todo, la paciencia que había desplegado con ellas.
Se hace difícil encontrar una grabación tan contundente y descarnada como la de este bautismo de fuego. Suenan crudas, violentas y con ganas de descargar toda la rabia de manera inapelable. Cantan las tres, al unísono, o siguiendo turnos, y logran que la intensidad no decaiga un ápice en ningún momento.
Diríase que una de las mayores preocupaciones es la de poder externalizar el combate interior hacia fuera, proyectando así como en una erupción, un puñetazo imaginario con el que aliviar la angustia que representa estar combatiendo en los límites de la mente individual. Liberar la cabeza, destrozando con ello todo lo que ahoga nuestra existencia. Es así como se vertebran precisamente «Afuera» y «Pelea con cabeza«, las dos descargas con las que se abre la cinta.
A partir de unas líneas de bajo iniciales intrigantes es como arranca «Periodista enemigo«, acusación y amenaza directa a la prensa y su léxico engañoso. La tensión que recorre todo el tema, con un riff de guitarra electrizante en uno de los momentos exclusivamente instrumental apenas queda rebajado por las melodías vocales de los coros.
En un tono similar de denuncia rabiosa se mueve «Bastardos«, arrebato contra el poder y sus mecanismos, frente a los cuales no queda otra que la lucha, mientras que «Ego» parece dirigir su golpe de manera más localizada hacia altares, líderes y mesías redentores en posesión de la verdad absoluta.
El final, con «Atrapada«, con una carga análoga de lucha interior como la demostrada en los primeros cortes para poder librarse de ataduras del pasado es también sobresaliente. Pero con todo, el que quizás sea el momento más destacado de toda la cinta sea «Etiquetas«. «No somos un grupo de chicas / Somos un grupo de punk / No me gustan tus etiquetas / Somos un grupo de punk / No queremos ser marionetas / No somos pasivas muñecas / Siento lo mismo que tú«, cantan en la que con toda seguridad sea el alegato más claro rabioso y directo que se puede hacer ante las cuestiones de género, normalización y visibilidad de la mujer en el punk. Quienes desde luego así lo han sabido ver, han sido las responsables del documental «Sin tu Permiso», en el que también apacen las componentes de Troika, que les han pedido el tema para anunciar en un trailer la campaña de financiación desplegada en las redes.
El diseño gráfico, acertadísimo, es de Mario M. Martínez, que las muestra en blanco y negro remando en un bote de remos que, como se comprueba al desplegar toda la portada de la cinta, las lleva irremediablemente a las fauces de unos seres monstruosos que parecen querer devorarlas.
Troika, y canciones como las de esta cinta, son de lo mejor que le puede pasar al punk.