Producto destinado a discotecas con una pista muy larga en la cara A y dos temitas en la B. Es fácil de entender que se vendiera poco. “Tú de qué vas” transita sobre pistas de cajas de ritmo, bajo y percusiones con un saxo sintetizado y gruñidor. Tras minuto y medio de devaneos industriales, Marián rompe a cantar una melodía plana y con poca gracia de letra previsible y tópica. Si en las discotecas podía resultar atractiva, escuchada así, a palo seco, es un auténtico peñazo.
Por el otro lado encontramos un poco menos de electrónica y algo más de música. Agradable canción “Extraña sensación” que adormece con su monotonía y con una voz pasada de eco. “Déjame” es otra ración de circuitos impresos algo acelerados con sintetizadores programando sonidos de plástico y la cantante que sigue encerrada en una cueva con el eco y la reverb como carceleros.