Las ondas de sintetizador que partían de Madrid se expandían circularmente por todo el territorio nacional contaminando las jóvenes mentes musicales de los 80.
Una de aquellas ondas alcanzó la ciudad de Ponferrada y vino a colarse en 1981 en los cuerpos de Carlos Blanco (teclados y cajas de ritmo) que la década anterior había militado en alguna banda de rock sinfónico y de Marián Fernández (cantante) que desde muy joven había curtido su voz en orquestas de baile. Video, Azul y Negro y Mecano triunfaban con melodías simples trufadas de machacones sonidos electrónicos y letras chispeantes. Y manos a la obra, Carlos comenzó a componer las músicas y Marián se encargó de las letras. Ampliaron el equipo con Diego González (guitarra) y Berto Soto (bajo).
Durante 1982 el grupo se rueda en numerosas actuaciones en discotecas del noroeste de España y tras el verano se trasladan fugazmente a Madrid, requeridos por los productores Julio Ruiz y Paco Martín que trabajaban en MR, un subsello de Ariola. En enero de 1983 una de las canciones de Luna aparece en un recopilatorio.
Durante marzo y abril de 1983 graban en los estudios madrileños Kirios el LP “Luna” (Ariola, 1983). Enseguida la crítica los etiqueta como unos nuevos Mecano. A ellos no les hace mucha gracia, pero la verdad es que la propuesta de Luna cae bien cerca de la del grupo de los hermanos Cano. Tampoco se escapan de influencias extranjeras, especialmente de OMD.
De ese LP va a salir el single “Mi Verdad” (Ariola, 1983) que estaría algunas semanas en el top 10 de ventas, se escucharía por doquier y pondría al grupo en las pantallas televisivas. Poco antes habían editado “Es un Sueño” (Ariola, 1983) que ya había supuesto un primer aldabonazo y un éxito moderado para el grupo. Luna son seleccionados como teloneros en la gira española de sus admirados OMD, dando varios conciertos a finales de 1983.
Berto y Diego dejan el grupo, que de este modo queda configurado como un dúo. Aparece entonces “Tú De Qué Vas” (Ariola, 1984) que se edita en single y en maxisingle, grabados en febrero de 1984 con producción de Paco Martín. Supone un fiasco importante para un grupo que había vendido una cantidad apreciable el año anterior. Finalmente, supondría la salida de Ariola para ellos.
Al año siguiente cambiarían de sello para grabar su último LP: “Dioses Perdidos” (Twins, 1985) con producción y arreglos de Manuel Toro, que además toca el bajo, con Juan Ferro como guitarrista e ingeniero de sonido y con Carlos Torero a la batería. Luna no remonta el vuelo con este disco de baja producción y estimable calidad en el que vira hacia el pop, olvidándose un tanto de las chiribitas electrónicas. Aún seguirán algún tiempo actuando por la provincia de León y por Galicia para desaparecer del panorama nacional hacia 1986.
Como sus contemporáneos Betty Troupe o Charol, Luna es un claro exponente de grupo de un solo hit ocurrente sin capacidad de volverlo a repetir. Un sonido fresco y alegre dentro de unas estructuras musicales muy sencillas, cercano a OMD, ABC o Human League, arropados por todo el aparataje de Roland y otras marcas afines que convierten cada una de sus canciones en un muestrario de gadgets electrónicos. Al final de su carrera intentan y consiguen hacer pop de buena factura, pero ya el mercado estaba saturado de productos similares y no les presta demasiada atención.
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