Vaya. Así que aquí están los cocos que se habían perdido en la nevera. Pues estos ritmos rockeros son un tanto indigestos…
Tras la quiebra de la distribuidora de Goldstein, el sello de Ramón desaparece también, pero Glutamato tiene la suerte de recalar en Ariola, toda una multi. Y a partir de ahí, la popularidad, vendiendo la nada desdeñable cifra de 40.000 copias de este disco. La canción titular suena en Los 40 Principales (irónica la alegría y jovialidad con la que se canta sobre los millones de muertos por inanición) y es fácil ver al grupo por la televisión asiduamente.
Como suele suceder en estos casos, al menos para el que suscribe estas líneas, paradójicamente nos encontramos ante el trabajo más flojo de la formación. Y no sólo por el cambio brusco a los ritmos pesados, sino también por la zozobra que transmite: es imposible asimilar «Recuerda Formentera», el afterpunk que destilan algunos temas y los ecos graciosillos a lo Pabellón Psiquiátrico todo de una misma tacada.
Como curiosidad, «Canta con nosotros», una versión del cuarteto opusino Voces Amigas de finales de los 60, extraordinaria (desde luego) y desternillante.