Debieron pensar que no hay dos sin tres y que, tras un par de LP de calidad media y rendimiento comercial aceptable, la cosa era coser y cantar. Pero no fue así y Massiel, Danilo Vaona y el equipo de Hispavox fabricó una obra perfectamente olvidable. No es de extrañar que en los recopilatorios de la obra de Massiel y en las biografías de la artista este disco y sus canciones casi no aparezcan… y eso que salimos todos ganando.
Puede que la única excepción a todo lo anterior sea “Acordeón”, que no es nada destacable, pero que al lado del resto destaca.
Ya no tienen tanta gracia los modernos arreglos de sintetizador aplicados a una voz cuyo timbre conocíamos de memoria. Por otra parte el material compositivo, léase las canciones, son de una mediocridad y adocenamiento de grueso tamaño.
Se hace difícil recomendar temas de escucha necesaria entre un contenido tan anodino en el que ni siquiera la voz es salvable. Y de las letras más vale no hablar ¡Cómo se echan de menos aquellas canciones de los 60, aquellos textos de Brecht y otras maravillas que Massiel mucho tiempo atrás se había llevado a la boca! Además de la ya citada, ilustramos este breve comentario con dos temas movidos y de sonido bastante saturado, como es toda la instrumentación del LP. Se trata de ese guiño al rock titulado “Mala hierba” y el tema que da título al trabajo.