La leyenda que reza en el interior de este disco es bien clara acerca de las intenciones de los grupos al hacer un tributo a los californianos: «Angry Samoans fueron, sin duda alguna, uno de los mejores grupos de la historia. Su actitud, su sentido del humor y, por supuesto, sus canciones son un 10 absoluto. Cualquiera de sus discos aplasta por completo el 98 % de la historia de la música».
Con diseño de portada y contraportada de la mano de Mario N.O.T. (esto es Mario Rockaway Bitch, guitarra de Aerobitch) y asistencia de Pablo Rumble y la artesanal hoja interior antes mencionada, el disco es buen ejemplo de la actividad alrededor del sello Punch Records. Tercera referencia de su catálogo, logró aunar a cuatro de las bandas que más activas se mostraban en el punk rock de Madrid de los 90.
La cara Angry es la reservada a Frogger y Depressing Claim, que contribuyen con sus lecturas de «Steak knife» y «Gas chambers», respectivamente. Incisivos como mosquitos hambrientos los primeros y con cierto aire de la hornada del sonido Buena Vista, su participación pasa volando.
La de Aerobitch es una formación primigenia, aún en formato de trío con Enano (Piolines) a la batería y con Laura Bitch compaginando bajo con la voz principal. Aunque poco tiene que ver con el sonido que luego llegarían a desarrollar con el paso del tiempo, sirve, igual que los primeros Eps que editaron con Frogger y Fast Food, como fotografía del comienzo de la banda. El sonido de su lectura de «Lights out» es realmente precario, apostando todo por la velocidad
Discípulos de Dionisos, que junto a Aerobitch facturan la cara Samoans, se despachan una anfetamínica versión de «Inside my brain»