Un nuevo single en el más puro estilo Sirex con guitarras y acompañamiento fuerte envolviendo la voz de Leslie. Interesante si antes, mucho antes, no hubieramos escuchado muchas otras canciones del grupo cortadas por el mismo patrón. Con todo una despedida, otra más, de este incombustible grupo que se despedían de Ariola y de la música, aunque ese corte de coleta no duraría esta vez más que dos años y en 1984 los tendríamos de nuevo embarcados en nuevas grabaciones.
Un detalle económico-histórico: sobre la portada un sello con el precio: 100 pesetas. Este era el precio habitual de los sencillos a principios de la década de los 80.