Porvenir

Probablemente el disco más logrado hasta la fecha de Le Parody. ¿Trabajo pues de madurez? Pues quizás.

Grabado en el Rec Disease Studio de Madrid con César Berzal, que es quien se encarga de la producción de las voces junto a Sole. Aunque la producción digital y mezcla se realiza en El Gabinete Hermético (Madrid), el tratamiento del tema «Europa» es cosa de César. Para la masterización se mandó todo a Brian Sanhaji en los Calyx Studios en Berlín.

El comienzo que impone con «Flores» y «Plata fina» es difícilmente superable. Música de raíz y electrónica de la mano en un tratamiento elegante en el que la voz de Sole y los ecos y efectos que incorpora mantienen la carne de gallina en los casi quince minutos que duran los dos temas.

Es precisamente del primero de estos cortes de donde el disco toma el título, como juego de palabra en la frase: «Cómo pesaban el horizonte y el tiempo por venir«.

Como en otras ocasiones Sole recurre a diferentes elementos con los que componer, casi a modo de puzzle, el disco: el cancionero tradicional andaluz, cantes flamencos de los 70 y 80, y canciones de milicianas kurdas de Siria. Las letras que surgieron en este tipo de elaboración quedarían reflejadas en un libro que se editó en paralelo.

Resulta una delicia ir sintiendo la evolución de temas como «Plata fina» que a pesar de su evidente cuerpo como sacado del cancionero popular tiene miles de aristas y vertientes que van surgiendo: voces, líneas de electrónica, la misma voz de Sole…. hasta la explosión casi industrial. Adictivo.

«La puerta» es una canción hechizante, con un aire fantasmal, oriental, a lo largo de toda una línea que se va acelerando arropada con una electrónica que atrapa. Termina entre un efecto casi de campanillas. Sole contó para su elaboración con la colaboración de los componentes de Ruiseñora, Elia Maqueda para la voz y Atilio González aportando arreglos.

Igualmente oriental arranca «Alepo», hasta que la toma la voz de Sole, en la misma línea deudora de una raíz tradicional ancestral. La electrónica, juguetona, colabora siempre enredando melodías, distorsionando voces, arropando todo, congelando el ritmo para luego aportar descargas.

Es igualmente la especial simbiosis entre voces (para las que cuenta en este caso para el final con el apoyo de alumnos del colegio Emilia Pardo Bazán con los que elaboró antes Cancionero) y la producción musical y de efectos envolventes electrónicos la que sirve para «La fuente».

Cierra el disco con «Europa», otro acierto en el que Frank Santiuste aporta la trompeta.

Un trabajo elegante con momentos electrizantes y lleno de atmósferas etéreas que te atrapan.