Una vez consolidada de nuevo la figura de Loquillo en el panorama del rock en castellano, Loquillo lanza a la tarea de reeditar y remasterizar aquellos discos editados en pequeñas discográficas, que ha podido recuperar y que se encontraban perdidos.
Con esa intención compra el master de "Nueve Tragos" (1999, Zanfonia) y, al escucharlo, descubre que le han vendido un master sin la pista de voz, que no aparece por ninguna parte. Solución: Jaime Stinus remasteriza el trabajo de la orquesta y Loquillo vuelve a grabar las pistas de voz, cantando de nuevo el disco entero.
Así, nos encontramos con dos ediciones cantadas de forma diferente, lo que convierte a la primera edición en un auténtico incunable, toda una rareza de coleccionista.