Cuando uno lee en un single de Los Mustang dos subtítulos, uno en cada cara, que rezan respectivamente: «Sobre la teoría cosmogónica de Horbiger» y «Sobre el viaje de Michel Peissel», se frota los ojos y piensa que debe haber algún error. Pero no, Marco Rossi parió este delirante disco que se hace eco de las teorías de un mundo cóncavo y hueco habitado en su interior en la cara A y del viaje de Michel Peissel en 1964 al viejo reíno de Mustang, una especie de Andorra himalaya embutida entre Nepal y el Tibet.
La primera parte es un largo recitado con voz profunda e instrumentación minimalista. La segunda es un tiempo de rock un tanto gótico con una letra llena de esoterismo y unos punteos en la onda progresiva.
En total siete minutos y medio y la mayor rareza en la historia de los habitualmente comedidos Mustang, que aquí se despendolan y de qué manera.