Cuando se grababa sobre playbacks extranjeros a los que se metía la voz en español con calzador, existe el problema de la tonalidad y César pelea con ese problema durante las cuatro canciones, que parece que también procedían de pistas instrumentales grabadas por The Boys.
“La última vez” es una versión poco edificante de la rollingstoniana “The last time”. El cantante hace lo que puede y los músicos no son malos, pero ambos hacen la guerra por su cuenta.
La segunda es una versión de la melódica “Lonesome guy” y en la tercera César se enfrenta al “No reply”, un tema beatle en la que la voz suena rara y poco creíble debido a desajustes de todo tipo y a una letra española que encaja malamente en la música con unos finales de frase que parecen quedarse colgando.
Cierra el disco un tema que vuela por aires de folk “Mulher rendeira”, procedente de la BSO de una especie de western brasileño: “O Cangaçeiro” (Lima Barreto, 1953).
Un disco y una voz desperdiciados por falta de medios y prisas de producción que seguramente habría merecido más cuidados.