“La Rebelión de los Hombres Rana” (Perro, 1995) refrenda con claridad lo más negativo de “Astronomía Razonable” (Perro, 1993). Por primera vez podemos hablar de un disco flojo y, aunque el que tuvo retuvo y podemos encontrar buenos momentos, una notoria falta de inspiración recorre el LP.
El disco, ya de entrada, es más frío, otoñal y lejano que los anteriores, siendo esto algo más o menos pretendido. Nada en contra de dicha decisión, pero esa energía se hace perezosa y hasta ramplona por momentos.
Por ello lo mejor es centrarse en lo bueno que aquí hay, como ese cruce entre lo árabe y lo americano en “A pedir tu mano” o la ensoñación con la que se construye “¡Qué bien huelen los pinos!”. Lo demás tiene sus altos y bajos, pero en general no resiste la comparación con ninguno de los momentos pretéritos del grupo.
Duele decir que la separación de El Último de la Fila, en ese momento, fue una decisión sabia.