De cara a septiembre y para apaciguar los otros dos singles, sacan esta balada, que a opinión personal es la mejor de su discografía. Fue compuesta en 1985 por Alejandro Jaén para el cantante Leonardo Favio, que también hace una buena interpretación muy a lo crooner latino. Pero no consigue la esfera íntima que consigue la versión de Azúcar Moreno, con esa tranquilidad que pide la canción en los versos, y el desgarro en el estribillo. Las hermanas hacen alarde de su buena capacidad interpretativa consiguiendo poner los pelos de punta con una letra de dramatismo puro y duro